Suzuki reconoce que la estética del SX4 S-Cross, lanzado en 2013 para sustituir al primer SX4, no 'conectó' con el público como esperaban, y por eso han aprovechado esta renovación para potenciar su personalidad.
Ahora gustará o no, pero al SUV japonés, rival de modelos como Mitsubishi ASX, Nissan Qashqai, Renault Kadjar o Seat Ateca, no se le puede negar una presencia más rotunda gracias al frontal rediseñado -paragolpes, capó y una llamativa parrilla más vertical-, a las nuevas llantas con neumáticos de mayor medida -215/55 R17 en vez de los anteriores 205/50 R17- y a una altura libre al suelo que pasa de 16,5 a 18 centímetros, lo que amplía sus posibilidades 'off road'.
Exterior revisado
Además, aparecen cuatro nuevos colores de carrocería -Azul Esfera, Gris Mineral, Marrón Canyon y Rojo Energetic- y hay otras novedades estéticas, como los faros delanteros -varía su forma y ahora son de LED- y la reordenación de funciones en las ópticas traseras, también de LED. Y dentro, retoques aquí y allá, pues la tapicería es nueva, el salpicadero resulta más suave al tacto, cambia la instrumentación y la consola central recibe un acabado en tono negro piano. El resultado es una primera impresión más favorable en términos de refinamiento, aunque la calidad de ciertos plásticos -no hay superficies mullidas- sigue desmereciendo un poco. Más nos gusta la amplitud general o un maletero de 430 litros -440 si ponemos más vertical el respaldo trasero- de formas muy aprovechables.
En marcha se aprecian desde el primer momento las mejoras practicadas en el chasis, pues el menor perfil de los neumáticos y los cambios introducidos en los brazos de suspensión delanteros y en la dirección asistida optimizan el tacto de conducción, tanto a baja velocidad como si enlazamos curvas rápidas a ritmo 'alegre'. Y en el capítulo de la seguridad activa destaca también la adopción del control de velocidad adaptativo ACC, integrado en el sistema de radar de ayuda a la frenada RBS.
Un 1.4 DITC muy interesante
Pero si hablamos de técnica, lo más relevante del nuevo SX4 S-Cross está bajo el capó, pues desaparece de la gama el 1.6 de gasolina -atmosférico y de 120 CV-, sustituido por dos modernas mecánicas BoosterJet, ambas con turbo e inyección directa. Se trata, en primer lugar, del 1.0 DITC tricilíndrico de 111 CV y 17,3 mkg, estrenado hace poco en el nuevo Baleno y que se combina sólo con la tracción delantera y un cambio manual de cinco marchas. Disponible con los acabados inferiores GL y GLE, si optamos por el primero la factura es de 19.235 euros, que ahora pueden quedarse en 15.435 euros gracias al generoso descuento del que se beneficia el actualizado SUV de Suzuki: 2.300 euros, y otros 1.500 acogiéndonos a la financiación. El otro propulsor de gasolina que llega, visto ya en el nuevo Vitara, es el 1.4 DITC de cuatro cilindros con 140 CV y 22,4 mkg, que podemos elegir con tracción AllGrip a las cuatro ruedas -un mando giratorio y un botón entre las banquetas delanteras permite escoger entre los programas Snow, Sport o Lock- y tracción delantera, en este caso con cambio manual o automático, ambos de seis marchas.
No entendemos, sin embargo, que el SX4 S-Cross 1.4 DITC sólo pueda adquirirse con el acabado superior GLX -su equipo de serie es muy completo-, y parece mejor la política seguida con el diésel 1.6 DDiS -es el mismo que antes, con sus 120 CV y 32,7 mkg a sólo 1.750 rpm-, ofrecido con los acabados GLE y GLX. Un motor de gasóleo agradable y enérgico que, por cierto, puede asociarse a la tracción delantera -con caja manual de seis marchas y gasto medio de 4,1 l/100 km- o al sistema AllGrip; y en este caso, en versión manual de seis velocidades o ligado al cambio automático TCSS de doble embrague, que también tiene seis relaciones e incrementa 1.500 euros el precio.