Cláramente este exclusivo Chevrolet Corvette no es una unidad «made in Spain», básicamente porque cuando se fabricó este deportivo allá por el año 1955 (el Corvette C1 de primera generación comenzó a producirse en el año 1953) lo hacía en la factoría que la firma americana tenía en St. Louis, Missouri. Allí se ensamblaban de forma prácticamente artesanal, pero curiosamente este ejemplar fue a recaer en manos de un coleccionista español, que lo matriculó como vehículo histórico y que finalmente ha decidido deshacerse de esta unidad en la próxima subasta que han organizado los especialistas de RM Sothebys y que se celebrará con motivo de la exposición Retromobile que tendrá lugar en París el próximo 8 de febrero.
Sólo hay 15 con este color
Una de las particularidades de este ejemplar es que se trata de la unidad número 22 que fue fabricada en el año 1955 y es sólo uno de los 15 ejemplares que en ese año fueron pintados con este llamativo tono denominado Corvette Cooper, pues la mayoría de ellos salían de la factoría en tono blanco, rojo o negro.
Esta unidad ha sido cuidadosamente restaurada hasta el último tornillo y se encuentra en estado de colección. Se ha dejado en excelentes condiciones tanto su exterior, como su interior, tapizado en cuero de color nata a juego con la capota. También se ha trabajado en su corazón, un bloque «small block» de 4.3 litros de cilindrada y 8 cilindros en V, que es capaz de generar 210 CV de potencia y que está asociado a una transmisión automática de 2 velocidades. El año 1955 fue el primero en el que el Chevrolet Corvette salía de la factoría con un propulsor de 8 cilindros, pues hasta la fecha se había empleado un motor «Blue Flame» de seis cilindros en línea y 3.9 litros de cilindrada. Estos V8 son cláramente identificables porque en el emblema «Corvette» de sus aletas delanteras destaca la «V» de mayor tamaño y dorada.
Ahora sólo queda conocer cuanto pagan por este exclusivo deportivo y saber si abandona nuestro país.
