Lanzado en 2011, sus cinco años de vida comercial permiten hablar ya del buque insignia de Peugeot como de un veterano, pues en este tiempo han llegado a su segmento multitud de modelos, tanto de las llamadas marcas generalistas como de firmas 'premium'. Y, sin embargo, el 508 sigue entrando en las quinielas de muchos usuarios. Para empezar, porque la marca del león siempre ha hecho interesantes berlinas y Peugeot aparece siempre como un valor seguro dentro de esta clase.
Una idea que se refuerza con versiones como la aquí probada, en la cumbre de la gama: un enérgico motor diésel BlueHDi de dos litros y 180 CV, cambio automático de seis marchas, acabado GT de tintes dinámicos… Son 40.400 euros -un Volkswagen Passat Sport 2.0 TDI 190 DSG6 anuncia 39.330 euros-, pero la actual rebaja de 3.000 euros le pone más a tiro: 37.400 euros. Además, con acabado Allure cuesta otros 3.550 euros menos, aunque nos gustaría que hubiese un 508 BlueHDi 180 de cambio manual, que ajustaría aún más la factura.
Gran equipo de serie
Centrándonos en la unidad probada hay que alabar su completa dotación de serie -asientos delanteros eléctricos y calefactables, apertura y arranque sin llave, tapicería semi-cuero, cámara trasera, pantalla táctil de 7 pulgadas con navegador, Peugeot Connect con llamada SOS y asistencia localizada, faros Full LED, sensores de parking delante y detrás, control de ángulos muertos…-, pero también su estupendo comportamiento -los neumáticos 235/45 R18 y una eficaz suspensión le amarran al afalto-, una amplitud razonable -aunque hay maleteros más grandes y el salpicadero no prima la funcionalidad-, unas prestaciones muy satisfactorias, un consumo real que durante nuestra prueba ha rondado los 6,8 l/100 km y una calidad general que, como el buen vino, parece ganar con el tiempo.
La clave
El Peugeot 508 ha soportado bien el paso del tiempo. O dicho con más precisión: ha mejorado con los años. Porque sigue al día en cuestión de tecnología por asistentes de seguridad, motor, transmisión… Y la versión diésel de 180 CV anda mucho y gasta poco.
