Rolls Royce empieza a dar los últimos retoques al primer SUV de su historia. El Cullinan, que así se va a llamar, está ya en pleno proceso de pruebas invernales en carreteras de Suecia, donde nuestros compañeros de CarPix lo han cazado junto a un prototipo del futuro Phantom.
Se trata de un modelo de imponente tamaño, con una carrocería que desde el primer vistazo no puede negar que pertenece a la firma británica. Y en la marca quieren distinguirse incluso a la hora de definirlo. Por eso los responsables de Rolls Royce no hablan de SUV, sino de VHS (Vehicle High Sided o vehículo de tamaño alto). El Cullinan está basado en la misma plataforma del futuro Phantom, cuya primera generación ha dejado de fabricarse hace unas semanas.
Una plataforma más ligera
Esta plataforma cuenta con una arquitectura tridimensional de aluminio, en la que tendrá gran importancia la reducción de peso. Aunque en comparación con el Phantom la plataforma es más corta en este caso y permite una mayor altura al suelo, para ofrecer más capacidad off road, aunque, evidentemente el Cullinan no va a ser un todoterreno radical, pues no es de esperar que el propietario de un Rolls se arriesgue mucho fuera de carretera.
En cuanto a detalles específicos, podemos intuir que contará con un motor V12 como variante más habitual, aunque posiblemente, más adelante pueda ofrecer una versión híbrida enchufable, para la que aprovecharán el conocimiento de BMW en este tipo de propulsión. Y tal vez la base mecánica sea la misma que utiliza el BMW 740 iPerformance, que ofrece una potencia conjunta de 326 caballos.