El pasado mes de noviembre, los especialistas alemanes de TechArt nos presentaban su máquina más radical y salvaje, que resultaba ser este TechArt GTstreet R, un deportivo que deriva de un Porsche 911 Turbo S, pero que estrena infinidad de mejoras para hacerlo más potente, más rápido, más radical…
Alcanza los 340 km/h
Ahora esta singular máquina pierde el techo para convertirse en su versión Cabriolet. Para ello, en este caso se parte de un Porsche 911 Turbo S Cabriolet, en el cual reemplazan diferentes piezas de su carrocería (capó delantero y las aletas) por unas fabricadas en fibra de carbono para hacerlo más ligero. También se han instalado nuevos apéndices aerodinámicos, como son el splitter delantero, que mejora la refrigeración de su sistema de frenos. Sin embargo, el elemento más llamativo es su enorme alerón posterior, que es activo, pues se puede inclinar hasta 15 grados dependiendo de la velocidad. Gracias a todas estas mejoras, es capaz de generar una carga aerodinámica de 321 kilos cuando esta máquina circula a 300 km/h.
Eso no será ningún problema, porque TechArt a retocado hasta límites insospechados su propulsor 3.8 bóxer biturbo. Gracias a sus mejoras, este corazón pasa de 580 a 720 CV de potencia y sigue emparejado a una transmisión PDK y a un sistema de tracción a las cuatro ruedas. Este salvaje TechArt GTstreet R Cabriolet es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,7 segundos, los 200 km/h los alcanza en 8,5 segundos y no para hasta llegar a los 340 km/h.
Tampoco desentona su nuevo sistema de escape con cuatro terminales en posición central, que debe generar un sonido fuera de lo común.
Todo bajo control
Para mantener su carrocería pegada al asfalto se ha instalado una nueva suspensión del tipo coilover, denominada VarioPlus, que es adaptativa y permite elevar su eje delantero 60 milímetros para acceder con facilidad a los garajes. También se han instalado unas llantas forjadas de 20 pulgadas, que se calzan con neumáticos 265/35 delante y 325/30 detrás, pero opcionalmente TechArt nos ofrece otras llantas de 21 pulgadas. Tras ellas se esconde el equipo de frenos original, con discos carbocerámicos.
Ni qué decir tiene que su interior también se puede personalizar según los gustos de su propietario. Faltaría más en una radical máquina cuyo precio será tan elevado como su potencia.