A igualdad de equipamiento y cambio -la caja S tronic de doble embrague con 7 marchas-, entre un Q2 con motor diésel 2.0 TDI 190 y el 1.4 TFSI 150 de gasolina que nos ocupa hay 'dinerito' de diferencia: 5.970 euros. De acuerdo, el primero de ellos es el único de la gama asociado -por ahora- a la tracción Quattro, mientras que el segundo se conforma con tracción delantera; pero no es menos cierto que muchos usuarios sacarán poco o ningún partido a la tracción total, ya sea porque viven donde jamás nieva, porque no usan el coche si intuyen la caída de un copo o porque sólo ven las estaciones de esquí en el telediario. A ellos se dirige nuestro consejo: gasolina. Porque los 150 CV del 1.4 TFSI COD -son las iniciales de 'Cylinder on Demand', sistema que en ocasiones desactiva automáticamente dos de los cuatro cilindros para ahorrar- dan mucho de sí, hasta el punto de igualar las prestaciones de la variante diésel con 40 CV más, penalizada por sus 200 kilos extra. Al Q2 de gasolina con 150 CV le hemos medido 8,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h -justo lo anunciado- y 5,8 para recuperar de 80 a 120 km/h, cuando el Q2 diésel de 190 requirió, respectivamente, 8,4 y 6,3 segundos.
Y ojo, porque el 1.4 TFSI no sólo empuja de maravilla gracias a su par máximo constante entre 1.500 y 3.500 vueltas, a la mayor ligereza del conjunto y al trabajo del cambio S tronic -seguimos pensando que va incluso mejor con los TFSI que con los TDI-, sino que es mucho más silencioso en frío, no vibra absolutamente nada y tiene un funcionamiento muy suave, incluso al pasar de dos a cuatro cilindros y viceversa, una operación imperceptible. Y como la transmisión cambia de marchas también con total suavidad, este Q2 va como la seda. O para decirlo con más claridad: no hay otro utilitario todocamino -las marcas prefieren hablar de SUV B- que vaya tan rematadamente bien sea cual sea el escenario: ciudad, autovía, carretera de montaña… Nada que objetar a un chasis que calificaríamos como perfecto, y donde brillan una precisa dirección con poco más de dos vueltas de volante, unos frenos potentes -51,6 metros para detenernos desde 120 km/h- y una suspensión con equilibrio entre eficacia y confort. De hecho, podemos atacar tramos tortuosos a ritmo 'alegre' sin echar de menos la superior motricidad del sistema Quattro. Y los 215/50 R18 de nuestra unidad -de serie en el nivel Design Edition- le amarran al suelo.
En cuanto al consumo, se anuncian 5,4 l/100 km y hemos medido 7,8 litros reales, bien para su talla y potencia, aunque el promedio final dependerá bastante del estilo de conducción. Y siempre esperamos más del sistema COD -en el resto del grupo Volkswagen recibe el nombre ACT-, cuyo beneficio real parece relativo.
El Q2, por lo demás, es un modelo muy satisfactorio, con amplitud para cuatro adultos -o dos adultos y tres niños-, un maletero amplio y aprovechable, y una calidad general excelente. En el lado negativo, un precio alto y lagunas en el equipo de serie, como la rueda de repuesto, las levas del volante o los espejos térmicos. Aunque a base de dinero extra podremos pedir las más variadas y tecnológicas opciones.
La clave
El Q2 es la nueva referencia en el segmento de los SUV más compactos: por calidad, tecnología, agrado de conducción… Y ahora que los motores de gasolina recuperan protagonismo comercial, la versión probada aparece como una de las más recomendables si pensamos en usos urbanos y turísticos sin un gran kilometraje anual.