Algunos de los que piensen adquirir un crossover compacto, segmento donde se sitúa el Opel Mokka X con sus 4,27 metros de longitud, puede que tengan en mente una versión con motor de gasolina. No son mayoría, pero la tendencia vuelve a cambiar en lo que a combustible se refiere. Ahora bien, seguro que la combinación de nuestro protagonista no será la elegida por la multitud, porque además combina la tracción total con un cambio automático de seis velocidades.
La versión analizada es la única que recibe la actualización mecánica para el 1.4 Turbo, que ha pasado de 140 a 152 CV de potencia, y de 20,4 a 25,0 mkg de par máximo. Las primeras cifras -140 CV y 20,4 mkg- perviven en las versiones de tracción delantera y en las de cambio automático, opciones que el Mokka X ofrece también de forma independiente.
Gracias al plus de energía, sus prestaciones mejoran, porque este Mokka X supera los 190 km/h, acelera con energía y recupera con celeridad, facilitando las cosas cuando viajamos por carreteras de doble sentido. Y eso que nuetra unidad de pruebas equipaba neumáticos 225/45 R19, que incrementan aún más su aplomo, pues el comportamiento dinámico es muy bueno. Sólo mejoraríamos el tacto de la dirección, demasiado suave.
Su tracción total se convierte en un gran aliado si el firme está húmedo o si hay nieve. Precisamente para estas situaciones está pensado este sistema inteligente, que cuenta con un embrague central que envía potencia el eje posterior en caso de ser necesario. Las zonas off-road se le atragantan por unos neumáticos que no acompañan, una altura libre al suelo de sólo 158 milímetros y por no equipar bloqueo 50:50; y como único detalle 'campero' suma el control de descensos.
Esta versión recurre a un cambio automático con convertidor de par. Es muy agradable y ahora añade función Start/Stop para arañar algunas décimas a su consumo en ciudad. Combina a la perfección con el 1.4 Turbo, pero no tiene levas en el volante para su manejo secuencial. En su lugar han colocado un botón sobre el pomo, que brilla… por su nula ergonomía.
No habría estado de más un selector de modos, algo habitual entre sus rivales y más con este acabado Excellence, que presume de un completo equipamiento de serie. Como opción se ofrecen los faros AFL Plus LED.
Su consumo real es correcto, en línea con lo esperado en un vehículo de este tipo con motor de gasolina. Pero es muy sensible al tipo de conducción, y si recorremos muchos kilómetros al año no van a salirnos las cuentas por muchos 3.376 euros que nos descuenten. En ese caso, mejor optar por 1.6 CDTI de 136 CV, aunque no ofrece esta combinación de cambio y tracción.
La clave
Si no haces muchos kilómetros al año y huyes de los motores diésel, este Mokka X es una alternativa que no debes descartar. Es muy agradable y su cambio cumple con nota, a pesar de su mando secuencial. El plus de potencia le viene genial y su consumo entra dentro de lo normal, pues también equipa tracción total.