El año está siendo frenético en Skoda. En unos meses hemos acudido a los estrenos del Kodiaq, del Octavia, de las variantes RS de este último, del Scout y ahora hemos conocido y conducido los renovados Spaceback y Rapid, apenas unos días antes de que llegue otra bombazo, el Karoq.
El Skoda Rapid y el Skoda Spaceback comparten línea de montaje y genética. Por eso la renovación salpica a los dos modelos por igual. Quizás sean modelos que pasan un tanto de puntillas en nuestro mercado (el primero es más popular debido al canal del taxi), pero el pasado año entre los dos firmaron unas ventas conjuntas que superaron las 212.000 unidades en todo el mundo. Por lo tanto era obligado darles un impulso extra en esto que se llama ciclo medio de vida. Dicho y hecho porque las mejoras llegan en forma de un ligero pero eficiente lavado de cara, un equipamiento más completo y sofisticado, sobre todo en materia multimedia, y la llegada de un nuevo propulsor de entrada en gasolina 1.0 TSI.
Los dos modelos comparten chasis y distancia entre ejes, pero el Rapid se desmarca con un voladizo trasero 18 centímetros más largo. Además de una mayor longitud 4,48 metros frente a 4,30 del Spaceback, la ventaja es que ofrece una capacidad del maletero mayor, ya que cubica 550 litros, frente a los 415 de su hermano menor. No hay diferencias entre ambos en cuanto a habitabilidad se refiere, salvo una ligera mejor cota de altura en las plazas traseras del Spaceback, que se beneficia de un diseño hatchback frente a las líneas de corte más sedán del Rapid que, no obstante, también recurre a un generoso portón trasero.
Si nos fijamos en el frontal, ambos presentan cambios en los antiniebla, ahora ubicados en una posición más baja, las luces día cuentan con tecnología led desde el acabado Ambition y se ofrecen faros bixenón. También el interior recibe pequeños matices en los paneles de las puertas, el salpicadero y los mandos de la climatización.
Nuevo motor tricilíndrico
Bajo el capó lo más 'sonado' es la llegada del nuevo 1.0 TSI, un tricilíndrico muy popular dentro del Grupo Volkswagen y que sustituye al 1.2 TSI. El nuevo propulsor de acceso en gasolina se ofrece con dos niveles de potencia, 95 y 110 caballos, respectivamente. En la primera variante se asocia a un cambio manual de cinco relaciones o a una transmisión automática de doble embrague DSG de siete. En ambos casos el consumo medio homologado es de 4,4 litros. En el más potente el cambio es manual ya con seis velocidades, pero no dispone de un DSG.
Se mantiene el resto de la oferta ya conocida. Así el abanico en gasolina se completa con un 1.4 TSI de 125 CV asociado a la caja DSG de siete marchas, mientras que en ciclo turbodiésel se mantienen los conocidos 1.4 TDI de 90 CV y 1.6 TDI de 110, ambos con cambio manual de cinco velocidades y un DSG de siete disponible también en el más modesto.
En nuestra toma de contacto tuvimos ocasión de probar el propulsor 1.0 TSI de 90 CV con cambio DSG tanto en el Rapid como en el Spaceback. Y lo cierto es que se trata de un motor muy agradable, con una buena respuesta a bajo régimen y un nivel de sonoridad y vibraciones que hacen muy complicado en ocasiones desvelar su naturaleza tricilíndrica. El tándem motor-cambio resulta ideal para moverse con total comodidad por núcleos urbanos y sus alrededores, y resulta más solvente de lo que pueda parecer a la hora de realizar desplazamientos de más entidad. Sólo en carreteras sinuosas y con pronunciadas pendientes echamos en falta algo más de 'caballería' a la hora de realizar algún adelantamiento, maniobra que hay que efectuar con algo más de margen. Eso sí el consumo durante nuestro recorrido fue de 6,2 litros, una cifra que estamos seguros será rebajada cuando probemos más a fondo estos vehículos por nuestro recorrido habitual.
Crece el equipamiento
Destacar también el incremento del equipamiento que reciben los dos modelos. Los asistentes de conducción se ven reforzados con la llegada del Light Assist, que activa automáticamente la luz de cruce cuando las condiciones de luminosidad así lo requieren (al anochecer, en un túnel…). Este sistema también incorpora el High Beam Assist, el asistente de luz de carretera inteligente que cambia de cortas a largas sin que el conductor tenga que intervenir. Además, si se desea se pueden incorporar faros antiniebla con función de iluminación en curva.
En materia multimedia el salto es abismal, incorporando los últimos sistemas ya contemplados en el Octavia o el Kodiaq. Gracias al Skoda Connect los ocupantes pueden estar siempre conectados vía wifi y disponen de una amplia oferta de infoentretenimiento o de asistencia, incluyendo una llamada de emergencía automática en caso de accidente con geolocalización del vehículo.
Skoda todavía no ha desvelado el precio definitivo de los nuevos Rapid y Spaceback. Se mantienen los acabados Active, Ambition y Style, además de la versión MonteCarlo de corte más deportivo. La comercialización esta prevista para los primeros días de junio.