La Monster Jam regresa a Madrid con el show más espectacular y vibrante del mundo del motor. Para aquellos que aún no sepan de qué va se lo explicaré de manera muy resumida. Es una competición que ha logrado reunir a más de 4 millones de espectadores en los estadios más importantes de todo el mundo con más de 350 presentaciones al año. De hecho, en el año 2015, el show de Monster Jam que se realizaó en el estadio ANZ de Sydney fue nombrado «Acontecimiento del Año» en la categoría «The Stadium Business Awards 2015». Para que sepáis de la importancia de este titulo, deciros que la Ceremonia de apertura de la Copa Mundial FIFA 2014 en el estadio de Sao Paulo (Brasil) está entre las candidaturas, así que no es que sea un premio menor.
Un show, dos competiciones
La competición de los Monster Jam está dividida en dos. Por un lado nos encontramos con la carrera de velocidad o cuarto de milla. Como muchos de vosotros sabréis, la competición consiste en recorrer de dos en dos y a la máxima velocidad posible esos 402 metros de distancia, ganando el que llegue antes a la meta.
La segunda de las competiciones es la más impactante de todas y una de las más emocionantes del espectáculo, el Frestyle. En ella los Monster Jam tendrán entre 60 y 90 segundos en la pista para realizar espectaculares piruetas y saltos. Los espectadores podrán ver en primera persona las peripecias de estos Monster Jam trucks, que deberán superar obstáculos como coches, autobuses, caravanas, camiones, barcos y/o aviones. El jurado puntuará a cada Monster Jam truck en los diferentes aspectos de su presentación: variedad de saltos, espectacularidad, seguridad? ganando el que más puntos sume.
Pero la competición no lo es todo y a diferencia de otros espectáculos del motor, los fans tendrán la oportunidad única de conocer las estrellas del show unas horas antes en lo que se conoce como la Pit Party. Se trata de una fiesta que tiene lugar antes del inicio del show (aquí en España tendrá lugar de 15.45 a 17.30) y que permite al público conocer a los pilotos, hacerse fotos con ellos, pedirles autógrafos etc…
Una historia que comenzó rodeado de tractores
La historia de los primeros Monster Jam trucks surgió como atracciones en las ferias del tractor que se realizan en Estados Unidos. Para estas citas los vehículos sorprendían a los asistentes con trucos muy atrevidos a la par que arriesgados. A medida que pasaban los años, los coches mejoraron, la tecnología evolucionó mucho y la conducción se hizo más segura. El desarrollo de estas novedades se transformó en motores y suspensiones mejoradas que ayudaron a los conductores a hacer más precisos los trucos.
Se crearon reglas y procedimientos de seguridad y pronto los organizadores del evento centraron el show en hacer vibrar a estos grandes monstruos y al público con sus actuaciones. La demanda por albergar estos shows en distintas ciudades fue creciendo y así nació el primer show Monster Jam. La fiebre por este gran espectáculo ha ido saltando de ciudad en ciudad hasta llegar a nuestros días, donde este evento se ha convertido en una competición internacional.
Pero prestando atención a las máquinas actuales, os diremos que estos vehículos pesan 4.500 kilos. También tienen una altura total de cuatro metros, lo mismo que miden de ancho. El propulsor se fabrica de forma artesanal y está sobrealimentado con un compresor, además de que cuenta con inyección de metanol (no arde como la gasolina en caso de accidente). Generan 1.500 CV de potencia gracias a la utilización de nitrógeno. Tampoco falta lo último en sistemas de seguridad para proteger al conductor, mientras que tras cada carrera, su carrocería se ha de restaurar por completo y lleva más de 40 horas de trabajo de pintura. Las supensiones de estos Monster Truck, compuestas por ocho amortiguadores que presentan un recorrido de 76 centímetros y están rellenos de nitrógeno y aceite. Tampoco hay que pasar por alto sus neumáticos, que tienen 2,2 metros de alto y en su fabricación requieren más de 50 horas de trabajo.
En primera personsa
Como podéis comprobar el show de los Monster Jam es todo un evento que además reúne a miles de personas, tanto niños como adultos. Aunque este espectáculo no sería lo mismo sin los pilotos que manejan a cara de perro estas increíbles bestias de más de 4 toneladas y 1.500 caballos de potencia. Con motivo del espectáculo, hemos tenido la suerte de charlar con varios antes de que el sábado compitan dando todo lo que tienen en el Vicente Calderón.
El primero que estuvo ante nosotros fue Bari Musawwiir. Seguramente por el nombre no le reconoceréis (a no ser que seáis un seguidor puro de esta competición), pero se trata de uno de los integrantes más nuevos y a la vez más queridos gracias al coche que maneja, el Zombie. Un camión con aspecto de muerto viviente que cuenta con brazos a los lados y que ya ha logrado ser campeón en la final de Las Vegas, aunque el empezó allá por el 2007 con el Monster Jam de Spider-Man.
Bari nos estuvo comentando que llegó a este mundo de los Monster Jam a través del mundo del Radio Control. Si, como lo leéis. Como toda buena competición, los Monster Jam tienen competiciones homólogas a escala y Bari era uno de los mejores, así que no tardaron mucho en ofrecerle un volante real para que impresionara al público con sus trucos en un modelo real.
Más tarde estuvimos con la piloto femenina de Monster Jam Cynthia Gauthier, y nos estuvo confesando que antes de subirse al coche suele bailar y sobretodo reirse mucho para soltar todo tipo de nervios y que no le afecte a la hora de conducir. Su preparación física no difiere mucho de las de un piloto masculino, un poquito de crossfit, un poco de máquinas y nada mas. Lo que si nos sorprendió fue que tanto ella como cualquiera de los otros pilotos no pueden practicar los trucos en terrenos privados con estas bestias. Su acción sólo se desarrolla en las competiciones, lo que supone un alto indice de adrenalina en todos los sentidos.
El úlimo de los pilotos que nos atendio fue Mark List, el costarricense que empezó trabajando para la Monster Jam como traductor, luego formó parte del equipo de mantenimiento y por último y antes de convertirse en conductor fue contratado por el equipo mecánico para transformar las pistas o mover los Monster Jam trucks. Todo un ejemplo de persona que ha perseguido sus sueños hasta hacerlos realidad. Con él estuvimos hablando sobre cómo consiguen realizar estas pistas en menos de 10 horas y cómo ha evolucionado la composición de la arena. Arena que no traen de Estados Unidos, sino de cada ciudad a la que van. Nos explico que la introducción de la sal ayuda a la arena a mantenerse húmeda para no crear mucho polvo en suspensión cuando estos Monstruos aparecen por la pista.
También hablamos de la evolución de los coches y como han ido dejando a un lado las pesadas carrocerías metálicas para introducir las de fibra de vidro que utilizan actualmente. Otro de los aspectos de los que hablamos con él fue sobre la seguridad de los coches. Pese a la espectacularidad de los saltos que logran hacer y la dificultad que les supone, su seguridad es un pilar básico. Por poner un ejemplo de seguridad, cada piloto cuenta con su propio asiento preparado con sus medidas para que no tenga ningun problema. Dentro de la cabina, monoplaza, nos encontramos con una jaula antivuelco de lo más resistente y elaborada así como asientos de cinco anclajes que evitan que el piloto se mueva un solo milímetro.
El Vicente Calderón reunirá a los amantes de Monster Jam el próximo 17 de junio en encuentro inigualable que no dejará indiferente a nadie.
