En 2012, con el lanzamiento de actual Clio, Renault inició un radical cambio generacional que aún continúa, y que se ha ido afianzando con sus nuevos productos: Captur, Mégane, Scénic, Talisman, Espace, Kadjar… Todos tienen como denominador común una imagen única, capaz de capturar miradas… Y clientes.
Eso buscan ahora con este nuevo Renault Koleos (recuerda que el actualizado lleva un par de meses a la venta), un crossover que hereda el nombre y poco más de su antecesor, fruto en 2007 de una colaboración con Samsung Motors de la que también salió el Renault Latitude.
No cabe duda de que este Koleos, con sus 4,67 metros de largo (19 centímetros más que un Renault Kadjar), sabe atraer esas miradas, con detalles como su inconfundible firma luminosa, tras la que se esconde la tecnología Full LED Pure Vision, o sus llantas de 19 pulgadas. Ambos detalles son de serie en los exclusivos Initiale París, la cumbre del refinamiento y el 'savoir faire' en la firma francesa.
Nuestro protagonista presume de dicho acabado, que requiere un desembolso extra de 5.000 euros si se compara con el nivel Zen a igualdad de motor, cambio, tracción…
Lo equipa absolutamente todo
Y 5.000 euros no son precisamente 'calderilla' para quien acude a una marca generalista, por mucho equipamiento adicional que incorpore. En realidad, sobre el Zen añade un interior tapizado en cuero Nappa (curioso que un Renault Clio Initiale París tenga techo en Alcántara y este Koleos no), asientos delanteros eléctricos, ventilados y calefactados, sistema de sonido Bose con 13 altavoces, cristales traseros laminados o portón trasero manos libres, además de algún que otro detalle de diseño. ¿Tú los pagarías? El cliente tiene la última palabra.
El Koleos Initiale París nos obliga a la opción más completa a nivel mecánico, que sin duda es la que hay que comprar. La única alternativa es el 1.6 dCi de 130 CV, un buen propulsor que quizás se quede 'corto' para un conjunto con un peso mínimo de 1.540 kilos. El renovado 2.0 dCi de nuestro protagonista lo estrenó hace poco el Nissan X-Trail, el alma gemela de este Koleos, y ahora te contamos cómo va en este crossover que quiere jugar en el segmento SUV premium.
Acceder a su interior es sencillo, no en vano las puertas delanteras tienen un ángulo de apertura de 70º; y las traseras, de 77º. Además, nos acomodamos en unos asientos verdaderamente confortables. Sorprenden por su firmeza, sujeción y tacto, algo que hace sólo unos años era impensable en un Renault. Pero mientras que un Mégane puede equipar función masaje, este Koleos 'alicatado hasta el techo' no. Son los 'peros' que tiene derivar del SUV de Nissan, pues tampoco hay Head-up Display, regulador de velocidad activo o sistema Multisense, elementos que sí equipan otros Renault sin reminiscencias niponas. Hay repartidos hasta 35 litros en huecos, algunos refrigerados, que se suman a un maletero justo con sus 498 litros (472 tiene un Kadjar y 565 un X-Trail). Y de modularidad no anda sobrado, pues la banqueta posterior no se desliza. Al menos el respaldo trasero se abate en secciones 60:40.
Realmente espacioso
Quienes viajen detrás lo harán como señores. Túnel central mínimo, buena anchura para tres y una cota para piernas digna de una berlina de representación. Con un conductor de 1,75 metros al volante, detrás hay 78 centímetros para las piernas. Tampoco desentonan las salidas de ventilación, los dos puertos USB… Pero han estudiado al milímetro cómo no canibalizar por aquellos entonces a sus Grand Scénic y Espace, pues no hay opción a siete plazas.
Arrancamos el ya mencionado 2.0 dCi y todo suavidad es suavidad al comienzo, porque su cambio automático X-Tronic no delata su naturaleza de variador continuo gracias a sus 7 marchas 'prefijadas'. Por la ciudad no se encuentra a disgusto, pues desde el puesto de conducción controlamos todo (aunque sus retrovisores molestan en los giros cerrados), pero acabamos huyendo hacia la carretera…
Quizás el 2.0 dCi se muestra algo 'áspero' cuando demandamos energía con celeridad, y su sonoridad se traslada al interior, pero sin enturbiar el ambiente. Este Koleos corre más que suficiente, aunque en ocasiones no da la sensación de tener esos 175 CV (con los 45 menos del 1.6 dCi seguro que se quedaría justo). Ocurre a la hora de adelantar en carreteras de doble sentido, donde necesita 8,0 segundos y 229 metros para completar la operación. Eso son 7 décimas o 23 metros más que un X-Trail con el mismo motor, cambio y tracción, diferencia que no parece justificable sólo por los 27 kilos extra del nuevo Renault frente al Nissan.
Pero las carreteras convencionales no le asustan, y su chasis sorprende por su agilidad. Se sustenta sobre la plataforma CMF-C/D, que comparte con Talisman, Espace, Kadjar, Qashqai o X-Trail, y que invita a ir 'ligeros', ayudados por el sistema All Mode 4×4-i, que distribuye de forma inteligente la potencia entre sus dos ejes (llega hasta un reparto 50:50), siempre que circulemos en modo '4WD Auto', pues también ofrece el programa 2WD, en el que el cien por cien de la fuerza va al eje delantero. Para rizar el rizo vendría bien una suspensión adaptativa, el sistema 4Control (que utilizan Talisman y Espace) o que frenara algo mejor, pues sus gomas M+S alargan las distancias. E incluso unas levas en el volante, pues su cambio tiene modo secuencial para jugar con sus 'programadas' 7 marchas.
Los viajes por autovía son su punto fuerte, porque este Koleos nos aísla del exterior con delicadeza. Reseñar aquí un curioso detalle del cambio: a 120 km/h, en D, el cuentavueltas se clava en 2.150 rpm, pero si pasamos a secuencial y engranamos séptima baja ligeramente de las 2.000 rpm. A día de hoy sigo sin entender la razón de que en D el motor no gira al régimen mínimo posible para ahorrar carburante, más cuando tiene un par de 38,8 mkg (32,6 el dCi 130), idéntico al del 1.6 dCi TwinTurbo de 160 CV, que no se ha usado por ser incompatible con la tracción total pero que es muy agradable junto a la caja EDC. Y esta alternativa sería más eficiente, pues los 5,8 l/100 km que anuncia no se logran ni por arte de magia. Lo habitual será sumar un par de litros más, sobre todo en viajes por carretera.
Esta versión cuesta 44.600 euros (41.504 con descuentos) y lo equipa todo; pero a muchos les asustará semejante factura. Ahora bien, conviene echar un ojo al nivel Zen.
LA CLAVE
Empezaré diciendo que me ahorraría los 5.000 euros del Initiale París, y me quedaba con el Zen, muy bien equipado. Y es que por 45.000 euros accedemos ya a modelos SUV de talla similar y marca premium. Sería ideal con el cambio EDC, pues este X-Tronic no termina de ir fino, aunque en general el Koleos es agradable y anda lo suficiente. Pero gasta más de la cuenta, sobre todo si vas con la idea de los 5,8 litros anunciados.