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Un mes con un Seat León de gas. Con etiqueta ECO

En nuestras pruebas, el recorrido de consumo real al que sometemos a todos los modelos es muy exigente, pero también en este escenario el Seat León TGI ha destacado. De hecho, no es que haya destacado, es que ha batido todos los récords, ya que hemos medido un consumo de 4,2 kilos de GNC cada 100 kilómetros que equivalen a 3,80 euros, cuando el mejor dato logrado hasta la fecha lo habíamos medido en un Audi A2 3L, que gastó 4,03 l/100 km, con una superior equivalencia en euros.

Es decir que los datos obtenidos mejoran el consumo medido en todos los modelos de gasolina y diésel probados (el Seat León 1.6 TDI 110 Ecomotive gastó en esta misma prueba 5,19 l/100 km), e incluso el de los híbridos, aunque sean enchufables. Una clara demostración del gran potencial que tiene por delante una tecnología y un tipo de combustible bastante desconocidos por el gran público hasta ahora. Pero también unos vehículos transformados que a muchos usuarios les produce inquietud por no saber hasta qué punto igualan en seguridad a sus hermanos de gasolina o diésel. Pero 20 millones de personas con vehículos de todo tipo utilizando en el mundo este tipo de combustible no se pueden equivocar.

Tecnología para todo el Grupo VW

Además, la tecnología GNC que equipan los modelos de Seat, está desarrollada en común para todos los vehículos del Grupo VW. Y antes de la aprobación final de calidad, todos los Seat equipados con GNC, cuya tecnología se instala en la propia cadena de montaje y no una vez producido el coche, son repostados al máximo de su capacidad, pasando un test específico de detección de gas. Este control de calidad incluye al 100% de la producción de vehículos fabricados equipados con GNC.

Los modelos equipados con tecnología GNC están sujetos a los mismos requisitos de seguridad (Crash Test) que el resto de vehículos. Y obtienen los mismos resultados.

Pero volvamos al apartado de consumos, porque junto con el bajo nivel de emisiones, es la clave de la razón de existir de nuestro protagonista. Nuestra prueba de consumo se realiza en un 50 por ciento de su totalidad por autovía a 130 km/h, en un 30 por ciento por ciudad y en un 20 por ciento por carretera normal, que incluso incluye un puerto de montaña, por lo que el gasto medio ponderado resultante se acerca muchísimo al real de un usuario en su día a día o en sus escapadas de fin de semana.

Como ya explicamos en recuadro aparte la carga del gas natural comprimido se realiza de una forma sencilla y rápida y aunque la marca anuncia una capacidad total de 15 kg para los dos depósitos de GNC, en uno de nuestros repostajes con los depósitos totalmente vacios, entraron 16,14 kg. Esto ocurre en un viaje que realizamos a Cuenca con 4 personas a bordo y a una media de 120 km/h. El resultado de nuestras mediciones arroja un consumo medio de 4,5 kg/100 km, algo más elevado que viajando un solo ocupante pero igualmente muy atractivo cuando se trata de recorrer muchos kilómetros al año.

La tecnología GNC es una de las grandes apuestas de futuro de Seat y de todo el Grupo VW que lo presenta como la única alternativa real a los derivados del petróleo. Un motor de GNC necesita una menor cantidad de combustible para producir la misma energía que el resto de carburantes. De hecho un kilo de Gas Natural Comprimido contiene más energía que un litro de gasolina, diésel o GLP (Autogas). Y el resultado de su combustión reduce las emisiones de CO2 un 25 por ciento en comparación con la gasolina, y el NOx, verdadero problema de las grandes ciudades, se reduce nada menos que un 85 por ciento.ç

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Un 30 por ciento de ahorro

El ahorro que se consigue con un Seat León de gas es espectacular porque, respecto a un León diésel de potencia equivalente, el GNC rebaja un 30 por ciento el coste por kilómetro.Y si lo comparamos con un León exclusivamente de gasolina, el ahorro es del 50 por ciento.

La gama León movida por GNC consta de 12 modelos, disponibles a partir de 17.790 euros. Hay seis versiones con carrocería compacta y otras seis con carrocería familiar ST. Modelos con cambio manual de seis marchas o cambio DSG de siete y acabados Reference, Reference Plus, Style y Style Plus.

En el acabado Reference las diferencias de la versión GNC respecto al resto de modelos atañen al tipo de llanta, que es de aleación de 16 pulgadas modelo Design mientras que en el resto es de acero. Además, los modelos de GNC llevan kit de reparación ya que no pueden contar con rueda de repuesto al ocupar ese espacio bajo el plano de carga los depósitos de gas. Este acabado, en teoría básico, incluye ya elementos tan importantes como el aire acondicionado, el Radio Media System Touch con pantalla táctil de cinco pulgadas monocromo, ordenador de viaje, control de velocidad de crucero, sistema de frenado poscolisión, siete airbag incluido uno de rodilla para el conductor, indicador de presión de neumáticos, luces LED diurnas, retrovisores exteriores eléctricos calefactables o volante multifunción.

El Reference Plus añade la pantalla táctil a color, las luces antiniebla delanteras y el sensor de parking trasero. Mientras que el acabado Style añade entre otros el control autoblocante XDS, climatizador automático bizona con salidas de aire en plazas traseras, freno de mano eléctrico, elevalunas traseros eléctricos o los sensores de parking traseros. El acabado Style Plus añade los retrovisores plegables eléctricamente, el Radio System Plus con pantalla táctil de 8 pulgadas y reconocimiento de voz, los sensores de luces y lluvia más el retrovisor interior electrónico, los cristales traseros tintados y el sistema de seguridad Front Assist con protección de peatones.

Al igual que el resto de modelos, el León de GNC dispone de una garantía de 24 meses que se puede ampliar opcionalmente hasta 4 años y/o 80.000 kilómetros. Además, el coche cuenta con una garantía anticorrosión de 12 años.

Así es un León TGI. Modificaciones a medida

Las motorizaciones previstas para usar GNC tiene una adaptación específica propia para cumplir con los estrictos estándares de calidad que cumplen todos los motores del Grupo VW. Todos los modelos de Seat equipados con GNC están desarrollados y fabricados con los mismos estándares de calidad que cualquier otro modelo de Seat. La fabricación de éstos se realiza en las mismas líneas de producción que las variantes diésel y gasolina del modelo correspondiente lo que asegura una fiabilidad fuera de toda duda.

Todo el sistema de combustible trabaja a alta presión y el depósito de GNC y todos los conductos están construidos y preparados para soportar dicha presión. Por ejemplo, los tanques están construidos en acero de 12 mm o en polímeros y material ?composite? con mayor resistencia, incluso, que el acero. Como complemento, todos los vehículos de GNC disponen de válvulas de seguridad que dejan salir el gas a la atmósfera en un situación de excesivo calor o presión elevada. Al ser éste más ligero que el aire, rápidamente queda disipado. En caso de incendio, el combustible es evacuado de modo seguro del vehículo antes de que le afecten las llamas. Los depósitos están cubiertos por una carcasa de protección debidamente ventilada. Una ventilación que observamos incluso debajo del paragolpes. Y el tubo de escape específico no expulsa los gases como en el resto de los León, se queda a medio camino, muy lejos de los depósitos.

482 litros: Los depósitos de gas apenas penalizan el espacio

El maletero de un Seat León de gas en versión ST solo pierde 100 litros respecto a un León 1.2 TSI de 110 caballos. Son los que habitualmente se utilizan para situar la rueda de repuesto, justo bajo el plano de carga. Por lo que el León de gas recurre sí o sí a un kit de reparación como los que ya llevan de serie el 70 por ciento de los coches nuevos. Pero con todo y con eso, el León ST en versión TGI de gas GNC ofrece un grandísimo hueco de nada menos que 482 litros que se puede ampliar a 1.365 litros si abatimos los respaldos traseros. Estos se puede plegar en una proporción 60:40 muy práctica.