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Mercedes Clase A 2018. Así es por dentro

Han pasado 20 años desde que viera la luz la primera generación de la Clase A de Mercedes. No fueron unos comienzos fáciles, pero desde entonces se han producido más de tres millones de unidades de este modelo, el más vendido de la gama de compactos que actualmente contempla cinco modelos (Clase A, Clase B, CLA, CLA Shooting Brake y GLA), y que a corto plazo aumentará hasta ocho. Y uno de los objetivos se ha logrado plenamente porque la media de edad de los clientes se ha rebajado considerablemente en la marca, nada menos que 13 años en Europa para los conductores de este vehículo.

Con la tercera generación consumiendo sus últimas semanas en activo, hemos tenido ocasión de conocer el interior del nuevo modelo y la verdad es que el salto cualitativo ha sido abismal en todos los apartados. Esta nueva interpretación del 'lujo moderno' llega avalada por una puesta en escena más vistosa y tecnológica, nuevas funciones en conectividad y una habitabilidad y maletero más generosos.

Lo fácil sería comentar que el nuevo habitáculo es más grande. De hecho se han ganado 35 milímetros a la altura de los codos en las plazas delanteras y 36 en las traseras. Si nos fijamos en la cota a nivel de los hombros la ganancia es de 9 milímetros delante y 22 detrás, mientras que la altura al techo crece 7 milímetros para los ocupantes delanteros y 8 en los asientos traseros. Son unas cifras llamativas en un vehículo que, nos aseguran, se mantendrá muy fiel a las medidas exteriores del modelo actual.

Maletero más grande, portón más ancho

Y ya que estamos con cifras, comentar que el maletero gana 29 litros, hasta los 370. No sólo es más grande, también más práctico porque la anchura del portón trasero es ahora mayor (nada menos que 20 centímetros) debido a que los pilotos traseros se dividen ahora en dos módulos, quedando la mitad en el mencionado portón. De esta manera su 'forma' es más 'cuadrada' por la parte inferior y facilita el acceso de grandes objetos.

Sin embargo, sería injusto quedarnos ahí porque el escenerario interior sufre una auténtica revolución. El salpicadero flotante también contribuye a dar una mayor sensación de espacio y el cuadro de mandos analógico ya es historia. Todas las versiones llegan con un tablero de instrumentos que consta de dos pantallas digitales y configurables, solución que hereda de sus hermanos mayores, como la Clase E y la Clase S. En el caso del 'Benjamín' son flotantes y algo más pequeñas, ya que de serie son de 7 pulgadas, aunque en opción se pueden montar unas de 10,25 pulgadas que tuvimos ocasión de conocer. También es posible combinar una pequeña y otra grande en el lado derecho. En cualquier caso presentan una tecnología que evita los reflejos, motivo por el que no es necesario colocar una visera por encima.

Y para manejar gran parte de la información que presentan se recurre a un nuevo volante, prácticamente idéntico al que monta la Clase S, mandos sensoriales incluidos. Por cierto, el control de velocidad Tempomat se gestiona ahora desde un mando en el volante (antes en una palanca) por sugerencia de los propios clientes. En función del acabado varía el diseño del volante, y en opción se puede apostar por incorporar calefacción y apoyo dinámico.

Llamativos son los cinco difusores de aire del salpicadero, diseño que se inspira en la turbina de un avión y que hereda desde la Clase E Coupé. Están iluminados, como el resto del conjunto, con una luz ambiente que presume de hasta 64 colores y combinaciones diferentes. Así se puede jugar con luces directas e indirectas que ofrecen distintos y sugerentes ambientes, siempre con tecnología led para un bajo consumo energético. En el lado izquierdo del salpicadero se ubica ahora el mando del freno de estacionamiento eléctrico, una posición más lógica y ergonómica que antes.

Asientos ventilados y con masaje

Asimismo, tuvimos ocasión de acomodarnos en los asientos de nuevo desarrollo que incorporará la futura Clase A. Desarrollados por ordenador, gozan de más confort e incorporan nuevas funciones en las plazas delanteras, como ventilación o un paquete multicontorno con masaje incluido. Este último pack consta de una bomba neumática eléctrica que ajusta el contorno de los apoyos laterales y lumbar. No confundir con los asientos multicontorno dinámicos que monta la Clase S.

Tres son los tipos de asientos, desde el más básico de tela (ahora con regulación en altura en el lado del copiloto), pasando por el de confort (con un diseño tridimensional muy novedoso ergonómicamente) y concluyendo con uno deportivo más ligero y que presenta el reposacabezas integrado. Además, las plazas traseras pueden regular ahora la inclinación del respaldo para ganar capacidad en el maletero. De serie están divididos en dos secciones (40/60), aunque en opción se puede apostar por una configuración 40/20/40.

Gracias a un programa de realidad virtual pudimos comprobar que otro de los aspectos optimizados ha sido el de la visibilidad. Se ha mejorado en un 10 por ciento con respecto al modelo al que sustituirá gracias a la mayor superficie acristalada, a unos montantes delanteros, medios y, sobre todo, traseros más esbeltos y a la nueva ubicación de los retrovisores exteriores.

También el interior resulta más práctico gracias a los múltiples espacios y soluciones empleadas. En la consola central hay más huecos, en la guantera principal podemos ubicar el libro de instrucciones en una especie de 'falso techo' y en los revestimientos de las puertas se pueden integrar los chalecos de advertencia para que estén siempre a mano.

Tres serán las líneas de acabado de la nueva Clase A. La de acceso es la Style, la intermedia será la Progressive (sustituye a la actual Urban con más calidad) y por encima encontraremos la línea AMG, de corte más deportivo. Las múltiples combinaciones de colores, tapizados e incluso madera permiten aumentar el grado de personalización del interior.

Otro factor que ha dado un doble salto mortal hacia delante es el tecnológico. Nos aseguran que habrá avances en materia de seguridad que le llegarán desde sus hermanos mayores, comprobamos que incorpora un Head up Display, pero en un vehículo con una clientela joven, la conectividad es una especie de primer mandamiento. De hecho la generación actual de la Clase A fue el primer Mercedes que integró plenamente el smartphone con el vehículo.

En esta nueva generación incorpora nuevos servicios en el Mercedes me connect. En primer lugar se ha reducido el tiempo y simplificado los pasos para conectar nuestro smartphone con el coche y se incrementan las posibilidades, hasta el punto de convertir el vehículo en nuestra oficina móvil. Gracias a la aplicación Amazon Alexa contaremos con un asistente personal virtual que responderá nuestras dudas o curiosidades mediante órdenes por voz. Podremos incorporar fácilmente nuestra agenda del día para realizar llamadas sin necesidad de buscar el número y dirigirnos a la cita directamente porque la dirección se cargará automáticamente en el navegador.

¡Policía, que me roban!

Otras aplicaciones nos permitirán conocer todos los detalles del vehículo sin acudir al 'pesado' libro de instrucciones, de una manera directa. Basta 'señalar' con la cámara del móvil la función o el mando en cuestión y de inmediato recibiremos información escrita o vídeos explicativos. Se facilitará la comunicación con el vehículo a la hora de saber su estado y ubicación, podremos programar funciones como la climatización, abrir o cerrar el techo o las ventanillas y hasta nos avisará si sufre algún percance. Por ejemplo, si estamos aparcados y recibe un golpe, nos avisará de inmediato al smartphone de esa incidencia e, incluso, podría ponerse en contacto con la Policía en caso de robo.

Todavía nos falta mucho por conocer de la nueva Clase A, como el diseño exterior, las motorizaciones o su dinámica, pero lo que hemos visto hasta ahora nos ha convencido de inmediato. Seguiremos atentos…