Más de 70.000 personas en España -se habla de un millón a nivel mundial- han adquirido un Dacia Duster desde que la firma 'low cost' de Renault lanzó este SUV en 2010. Desde entonces, este aventurero vehículo ha sido una pieza clave para Dacia, que se ha esmerado a más no poder con su actualización.
Puntualizamos lo de 'actualización', pues no es una nueva generación por mucho que lo parezca, y a sabiendas de que todos los paneles de su carrocería son diferentes. Dacia ha mantenido su ADN y buscan transmitir robustez con líneas angulares y molduras protectoras, pero quieren desmarcarse del encorsetamiento que mucha gente mantiene de 'coche barato', por lo menos en este Prestige -un acabado nuevo y que cuesta 1.350 euros más que el Comfort-, gracias a detalles como las llantas de 17 pulgadas, los acentos plateados, los cristales tintados o las luces diurnas LED, que son de serie en todos los nuevos Duster.
Dicho así, hay que pararse a pensar y recordar que hablamos de un Dacia. Sí, Dacia. El nuevo Duster recibe un interior totalmente nuevo, en el que se agradece el orden dado a sus mandos o la posición de su pantalla central, que es de 7 pulgadas, táctil y… sí, de serie, junto al navegador TomTom y la cámara de marcha atrás. Todo está a mano, incluso el climatizador automático; que, por cierto, ¿te he dicho que es de serie?
Pero claro, todo no podía brillar a este mismo nivel, y aunque los ajustes son buenos, la calidad de algunos plásticos es básica, además de haber detalles como un espejo en el parasol del acompañante sin tapa o los mandos del volante sin iluminación.
Cuando nos acercamos a él, nuestro protagonista se abre, pues por 182,71 euros podemos equiparlo con tarjeta manos libres, cuyo diseño es calcado a la de Renault -al alejarte también se cierra sólo, aunque se puede operar desde la tarjeta-. Nos acoplamos en sus asientos, que estrenan estructura, espumas, regulación lumbar y apoyacodos. Se agradece que el del conductor se pueda regular en altura de una forma más lógica que antes; y su volante ofrece regulación en altura y profundidad, por lo que ahora encontrar la posición ideal es más sencillo. Eso sí, deberían revisar el anclaje de la butaca al vehículo, pues si haces fuerza con el cuerpo hacia atrás se mueve de forma algo extraña.
Como su distancia entre ejes no varía respecto a su antecesor -2.674 milímetros-, tampoco lo hace el espacio interior. Delante no hay problemas, pero no sobra el hueco para las piernas de los ocupantes traseros. Ese es su único 'pero' en cuanto a la habitabilidad, porque hay nuevos huecos para dejar objetos que suman 27,2 litros extra, y también la engorrosa bandeja flexible que cubría el maletero se ha sustituido por una 'de verdad'. De serie tiene kit reparapinchazos, pero por 98 euros nos ponen una rueda idéntica a las demás, que va en los bajos del vehículo. Si tuviera tracción 4WD iría en el interior, restando 34 litros a su maletero.
Cuando Dacia presentó su nuevo Duster confirmó una gama de motores sin sorpresas, pues mantiene el 1.6 SCe de 115 CV -tiene una versión con GLP- y el 1.2 TCe de 125 CV, además de los diésel 1.5 dCi con 90 y 110 CV.
El TCe no es mala opción
Anuncia 6,2 l/100 km de gasto medio -en la práctica, más- y no se ofrece con cambio automático, elemento que por 1.500 euros tienes en el dCi 110. Pero el binomio dCi 110 EDC no se combina con la tracción total, por el sencillo motivo de que Renault… tampoco lo hace. Y es que invertir cero euros en desarrollo ahorra costes, que en Dacia se refleja en el precio final del vehículo.
Es cierto que quien lo adquiera mirará con lupa cada uno de esos 1.500 euros que cuesta el cambio EDC y que te recomiendo gastar. Se trata de un cambio de doble embrague que casa a la perfección con este motor diésel y que ofrece un excelente agrado de marcha. Además, te olvidas del pedal de embrague.
Una luna más gruesa, nuevas masillas acústicas y materiales insonorizantes reducen los decibelios en su habitáculo, y se nota desde el minuto uno, incrementando su confort de marcha. Pero para eso, lo mejor que ofrece el Duster son unas suspensiones que absorben a las mil maravillas no sólo las imperfecciones del asfalto, sino también los proliferantes badenes. También influye el perfil de sus neumáticos y, aunque no tiene tracción total, fuera del asfalto se defiende a la perfección, ayudado por una distancia libre al suelo de 21 centímetros, aunque no le vendría nada mal el sistema Extended Grip que usan algunos Renault.
El 1.5 dCi, fabricado en Palencia, es un 'viejo' conocido usado por al menos 24 modelos entre Dacia, Renault, Nissan y Mercedes. En este caso eroga 110 CV y mueve con soltura los 1.379 kilos del Duster. Es agradable y ofrece buenas prestaciones, rebajando medio segundo la aceleración de 0 a 100 km/h oficial. También alcanza 171 km/h, pero te diré que a 120 km/h su motor gira en sexta a 2.450 rpm. A este ritmo va gastando 6,8 l/100 km -rebaja alguna décima si activamos el modo ECO- y se traduce en más de 735 kilómetros entre repostajes. Además, pasan en un 'pis pas', porque es verdaderamente confortable en vías rápidas. En estas situaciones incrementa la seguridad su nuevo detector de ángulo muerto, que funciona entre 30 y 140 km/h.
Cuando lleguen las curvas será mejor tomárselo con calma. Su plataforma B0 estrena refuerzos y una dirección con asistencia eléctrica, más suave y precisa. Aún así, no conviene 'animarse', y es mejor disfrutar de las vistas con este Duster, que es noble y que no te dará ningún toque de atención siempre que no fuerces la situación. También frena de forma correcta, aún con los tambores traseros.
El nivel Prestige equipa todo lo que te puedas imaginar y mucho más para ser un Dacia; por cierto, automático y diésel… Por sólo 18.800 euros.
LA CLAVE
Si buscas un SUV pero el bolsillo aprieta, el Duster siempre ha sido una opción lógica. Este nuevo no defrauda y sorprende por su mayor ergonomía, confort, agrado… Si tu presupuesto ronda los 20.000 euros no busques más, esta es la opción más interesante. Te lo puedes comprar con los ojos cerrados y no fallas.