Era cuestión de tiempo que el nuevo Audi A8 pasara por las manos de los especialistas más reputados de todo el mundo. Y estaba claro que uno de los primeros en trabajar sobre la base del buque insignia de la firma de los cuatro aros iba a ser el preparador alemán ABT Sportsline, que es conocido por las modificaciones que realiza sobre cualquier modelo del Grupo Volkswagen.
En lo primero que se han centrado los chicos de ABT Sportsline a sido en sus propulsores, aunque por el momento el único que han retocado ha sido el 3.0 V6 diésel que utilizan las versiones 50 TDI (en un futuro seguro que trabajan para potenciar el resto de sus mecánicas). Este corazón es capaz de proporcionar 286 CV de potencia y 600 Nm de par motor, aunque con la adopción de su conocida ABT Engine Control (no es otra cosa que una actualización electrónica) ahora alcanza los 330 CV y 650 Nm.
Ligeramente más rápido
Gracias a este plus de energía el Audi A8 50 TDI ahora necesita sólo 5,6 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y eso son tres décimas menos que las versiones de serie. Ahora bien, su velocidad máxima sigue sin cambios: limitada a 250 km/h.
ABT ha decidido no actualizar la estética del elegante Audi A8, por lo que su exterior se mantiene intacto salvo por unas exclusivas llantas firmas de la casa. Ofrecen nada menos que seis modelos diferentes, que están disponibles entre 20 y 22 pulgadas.
El habitáculo tampoco se ha tocado, tampoco creemos que sea necesario, y por el momento ABT se conforma con ofrecer unos LED que proyectan su emblema cuando abrimos las puertas de esta señorial berlina, que ahora es ligeramente más veloz.
