Viajar con seguridad, con el máximo dinamismo… pero también hacerlo total comodidad. La preocupación de Citroën por el confort de los pasajeros se ve reflejada en décadas de investigación que han culminado con el desarrollo de los asientos Advanced Comfort, que equipa en primicia mundial el nuevo C4 Cactus. Unos asientos que adoptan soluciones inéditas en el mundo del automóvil para adaptarse perfectamente a la morfología de los pasajeros.
Los asientos Advanced Comfort están fabricados con capas de diferentes materiales (espuma poliuretano, viscoelástica o texturizada) y recubiertos de un forro acolchado único. Ofrecen banquetas y respaldos anchos, una sujeción reforzada, reglaje en altura y lumbar. Además, absorben mejor las vibraciones; y están pensados para que conductor y pasajeros se sientan como en el sofá de su casa, incluso, tras varias horas seguidas de uso.
En busca del confort
Pero el desarrollo de estos nuevos asientos no es cuestión del azar. La marca lleva años investigando en este sentido. El compromiso de Citroën con el confort de los pasajeros ya fue objeto de una campaña publicitaria en 1931, año en que André Citroën utilizó la comodidad y el acabado de los asientos de Citroën C6 Grand Luxe como sinónimo de refinamiento y confort en la portada del catálogo de este modelo.
Desde los inicios, Citroën ha innovado buscando el mayor confort para los viajes en automóvil. En 1924, el C2 de 3 plazas estrenó un asiento central en la fila trasera (habitualmente se colocaba uno plegable al lado), lo que permitió habilitar dos maleteros a ambos lados del vehículo. Y en 1932, el C4 G -un descapotable de dos plazas- también equipaba un asiento en la parte trasera, que quedaba fuera del alcance de la capota. En 1934, el Traction Avant estrenó un nuevo armazón del asiento y del cojín.
El 2CV y los asientos hamaca
Años más tarde llegó al mercado el 2CV que, según las exigencias preliminares para su fabricación, debía ser capaz de transportar una cesta de huevos por un campo de patatas sin que se rompiera ninguno. Es decir, debía de ser capaz de transportar a sus pasajeros con la máxima comodidad. Este modelo estrenó en primicia en su segmento los asientos tipo hamaca, que se podían extraer y utilizar en el exterior.
El Citroën Traction 15 Six de 1954 incluía una acogedora tapicería de terciopelo en los asientos y modelos posteriores, como los GS, CX, SM y BX, equiparon asientos que ofrecían amortiguación suave y apoyo para el muslo y las piernas, así como un relleno lumbar. Estaban tapizados con una tela especial denomianda 'Jersey'.
El CX Prestige fue el primer Citroën en estar equipado con asientos tipo 'salón' en la parte trasera, inspirados en los de los jets privados, y reposapiés elevados. Mientras, el SM ofrecía asientos reclinables de cuero.
En busca de la modularidad
La modularidad se convirtió en protagonista en la década de los 90, con la llegada del Citroën ZX en 1991 y su banqueta trasera abatible. Tres años después, el Evasión incorporaba el reglaje longitudinal y, ya casi en el siglo XXI, el Xsara Picasso ofrecía un interior más configurable.
El Citroën C6, producido entre 2006 y 2012, estaba equipado con asientos traseros reclinables eléctricamente. Y en 2014, con el C4 Cactus, la marca introdujo el concepto de asiento tipo 'sofá'.
Citroën ha imaginado también cómo serán los asientos del futuro en concepts como el C3 Lumière, con asientos que pivotan 90º o el concept Hypnos, con asientos compuestos por células en forma de prisma que se hinchan o deshinchan para ofrecer un masaje lumbar y dorsal.