En el año 1997 la firma de Maranello celebraba su 50 aniversario. Sin embargo, decidieron adelantarse a esa emblemática fecha un par de años para lanzar al mercado un modelo que con el paso del tiempo se ha convertido en toda una pieza de colección. Hablamos del Ferrari F50, una criatura realmente deseable por los coleccionistas más adinerados de todo el mundo. Aunque es cierto que algunos de los 349 ejemplares fabricados es más especial que el resto. Y eso es lo que le sucede a la unidad que tienes ante tus ojos.
El primero de los 349
Y es que este impresionante Ferrari F50 pintado en el inconfundible tono Rosso Corsa es precisamente el ejemplar que la firma del Cavallino Rampante mostró al mundo entero el 6 de marzo de 1995, justo cuando este deportivo histórico vio por vez primera la luz en el Salón de Ginebra. Y es que en vez de mostrar un prototipo como es habitual, los chicos de Ferrari llevaron a Ginebra una unidad totalmente funcional, la cual antes había rodado en el trazado de Fiorano y también por las carreteras de media Italia, siendo pilotada por las manos experimentadas de figuras como Dario Benuzzi, Niki Lauda, Gerhard Berger o Jean Alesi.
Semejante unidad también estuvo expuesta meses más tarde en el Salón de Tokio, además de que fue la utilizada para crear los modelos a escala que reproducían este emblemático modelo de Ferrari, como por ejemplo los que todos hemos tenido en nuestras vitrinas, creados por Burago, Maisto, Tamiya, Revell…
Tiene el chasis #99999
Otra de las curiosidades de este ejemplar, el primero de los 349 fabricados en Maranello, es que cuenta con el número de chasis #99999, siendo el último Ferrari de la historia en tener cinco dígitos en su bastidor.
Cuando a Ferrari ya no le servía, decidió reconstruirlo y ponerlo a la venta. Cayó en manos de Jacques Swaters, quien lo tuvo en su colección durante más de una década. En 2007 viajó hasta la costa oeste de Estados Unidos, cuando fue adquirido por su segundo dueño, quien sólo lo tuvo un par de años hasta acabar en manos del actual, quien ahora ha decidido desprenderse de tan codiciada adquisición.
El primer Ferrari F50 de la historia está a la venta en el concesionario Autosport Designs, cerca de la ciudad de Nueva York. A pesar de que tiene trece años, sólo ha circulado unas 1.400 millas, el equivalente a 2.250 kilómetros, por lo que su corazón 4.7 V12 atmosférico y capaz de generar 520 CV de potencia, se encuentra en plenas facultades.
Como no podía ser de otra manera, entre sus documentos se encuentra el certificado Ferrari Classiche y tampoco se ha dado a conocer su precio, pero dada su singularidad, podrás imaginar que barato no tiene pinta de ser y se habla de que podría rondar los dos millones de euros. Pocos me parecen.