La octava generación de uno de los modelos de más éxito de la marca germana, el Porsche 911, llegará al mercado del Viejo Continente a principios del próximo año. Hasta la llegada de ese día, diversos prototipos están realizando un programa de pruebas finales por todo el mundo, con diferencias de temperaturas de hasta 85 grados centígrados, rodando por desniveles de más de cuatro kilómetros, soportando atascos en grandes ciudades o pulverizando récords de distintos circuitos.
Estas pruebas en primer lugar se centran en el chasis y el motor, que se han mejorado para ganar en prestaciones. También se han realizado unos tests de funciones y de stress para el manejo del habitáculo, así como para los instrumentos y pantallas. Los nuevos sistemas de asistencia a la conducción y de conectividad también se han puesto a prueba.
Diferencias de temperaturas de hasta 85 grados centígrados
Estos prototipos han recorrido las carreteras de los Estados del Golfo Pérsico (Oriente Medio) o el Valle de la Muerte (Estados Unidos) con temperaturas que superan los 50 grados centígrados. Pero también ha soportado temperaturas bajo cero como en Finlandia llegando a los 35 grados bajo cero, poniendo a prueba el arranque en frio, la calefacción y el aire acondicionado, la tracción, el comportamiento del coche y la frenada.
El motor, la transmisión, los frenos y el chasis se han puesto a prueba en el circuito de Nürburgring, demostrando sus dotes en esta exigente pista.
En distintas ciudades y carreteras de Alemania se han recorrido un gran número de kilómetros, cumpliendo con todas las normas de tráfico, para asegurar que todo el vehículo y sus sistemas sean duraderos y óptimos para el uso diario.