BMW ha planteado una planteado una triple estrategia para coronar su gama. Por un lado lo hace con una berlina clásica de representación como el Serie 7; por otro con un SUV de gran tamaño y máxima exclusividad como el futuro X7 y por otro con los modelos de corte más deportivo que representa el Serie 8. Un modelo que en esta nueva generación acaba de llegar al mercado español en su variante Coupé. Una versión que no será la única, pues más adelante llegarán el Cabrio y el Gran Coupé, el deportivo de cinco puertas que añade versatilidad a su estilo dinámico.
Mientras eso ocurre, el encargado de coronar la gama de corte más deportivo de la firma alemana es este Serie 8 Coupé, que apuesta por una configuración de coupé clásico de cuatro plazas y gran tamaño. Un deportivo elegante de los de toda la vida, aunque en este caso puesto al día con la última vanguardia tecnológica.
El nuevo Serie 8 Coupé pone al día el deportivo de lujo, pero sin perder de vista la tradición de este tipo de modelos que han sido santo y seña en la marca alemana desde aquel primer 850. Está concebido para ofrecer el rendimiento dinámico de un deportivo pero envuelto en un halo de elegancia y distinción además de ofrecer el máximo confort de marcha a sus ocupantes. Sus dimensiones ya hablan de un gran deportivo, pues los 4.843 mm de longitud, 1.902 mm de anchura, 1.341 mm de altura y su distancia entre ejes de 2.822 mm, permiten que ofrezca una tremenda estampa sobre la carretera.
Diseño exterior deportivo
Ese poderoso estilo exterior en el que hay elementos llamativos como los faros LED de serie -los más delgados nunca utilizados por BMW- o el nuevo frontal con el diseño del doble riñón clásico de la parrilla se puede personalizar y hacer aún más deportivo mediante paquetes de personalización como el Pack Carbón que incluye techo de carbono M y paquete exterior M Carbon con lamas de entrada de aire, cubiertas exteriores de los espejos, y un spoiler y difusor traseros de CFRP.
Y ese estilo poderoso en el exterior se convierte en un interior elegante y lujoso, con unos acabados y materiales de altísima calidad y un ambiente relajante en el que el conductor está en el centro, con todos los mandos orientados hacia el conductor desde la consola central al panel de instrumentos. Todo está revestido de cuero Vernasca de la mejor calidad y el tacto más exquisito. Sin olvidar la deportividad que transmite el coche y que se refleja en unos asientos deportivos que acogen el cuerpo como si lo abrazaran.
A disposición del conductor se pone el nuevo sistema de control BMW Operating System 7.0, con el BMW Live Cockpit Professional que incluye un grupo de instrumentos totalmente digital y una pantalla de control de 10,25 pulgadas con gráficos optimizados y modernos. Estructura de menú plana y táctil para un acceso rápido a configuraciones y funciones. Incluye, por ejemplo datos de aceleración lateral en curva o de rendimiento del coche. Y se puede manejar directamente en la pantalla táctil, el controlador, los botones del volante, por control de voz o con el control gestual de BMW. Además dispone de una nueva versión del Head-Up Display de BMW con una superficie de proyección un 16 por ciento más grande, gráficos 3D optimizados y pantalla para contenidos adicionales.
Además, los ocupantes -los traseros andan muy justos de espacio, es cierto- cuentan con opciones para hacer más agradable la vida a bordo, como el sistema de sonido Bowers&Wilkins, el sistema de carga inalámbrica del teléfono, la llave inteligente BMW Display Key… Como buen deportivo familiar dispone de un maletero de 420 litros que permite cargar con el equipaje de la familia.
Batería de ayudas a la conducción
Y por supuesto, dispone de una batería de sistemas de ayuda a la conducción difíciles de superar y con la conducción autónoma en el horizonte. Hablamos del Driving Assistant Professional, de Control Activo de Crucero con la función Stop & Go, asistente de Dirección y de Control de Carril, de la Advertencia de Cambio de Carril y Advertencia de Salida de Carril, protección contra colisión lateral, ayuda de evasión, información de distancia de seguridad y Advertencias de Tráfico Cruzado, de Prioridad y de Dirección Prohibida.
Para completar las características deportivas del Serie 8, la marca alemana lo dota de una gama de motores a la altura. Serán dos las versiones disponibles. En gasolina el M850i xDrive Coupé con un motor V8 de 530 caballos; mientras que en diésel la alternativa es un seis cilindros en línea para el 840d xDrive que desarrolla 320 caballos. En ambos casos la tracción es total de serie y el cambio, un Steptronic de doble embrague y 8 velocidades. Con un consumo medio de 10 l/100 km en el gasolina y de 5,9 en el diésel, ambos cumplen con la normativa Euro 6d Temp.
En la presentación nacional, celebrada en la sierra de Guadarrama en Madrid, hemos podido probar la versión diésel. El 840d destaca, en primer lugar, por la suavidad de su motor, refinado incluso en un sonido prácticamente imperceptible. Se mueve con decisión gracias a una entrega de potencia y par muy progresiva y en el recorrido por autovía muestra tremendas virtudes como gran rodador. Al salir de la autovía y enfilar por carreteras de curvas no le ayudan sus dimensiones; sus casi cinco metros no transmiten la agilidad de un modelo más compacto. Pero es noble -la tracción total corrige y ayuda- y permite aceleraciones fulgurantes y maniobras precisas.
El cambio es muy suave, la dirección perfecta por dureza y tacto y los frenos a la altura de lo que necesita el conductor de este modelo. El objetivo de BMW es viajar a todo confort con el rendimiento deportivo que se espera de un modelo de este tipo, queda perfectamente cumplido. Aunque a los que recuerden los deportivos clásicos de BMW no les gustarán detalles como el sistema de mantenimiento de carril -excesivamente intrusivo-; pero eso les dará la oportunidad de desactivarlo para encontrar una conducción más clásica.
El BMW Serie 8 ya está disponible con unos precios que no son precisamente baratos: 112.600 euros para el 840d y 140.400 para el M850i.