Llevamos prácticamente un año hablando e informando sobre unos de los deportivos más esperados del mercado. Hemos sometido al que será el nuevo Toyota Supra a un intenso marcaje, desde que comenzara su plan de desarrollo, pruebas de fiabilidad y hasta las contadas imágenes del vehículo, siempre con el camuflaje a cuestas. Ahora, y gracias a un fallo en la cadena de custodia, ha provocado que un desliz en Toyota Alemania mostrara dos imágenes del modelo definitivo que se presentará en el Salón de Detroit, que abrirá sus puertas el próximo 14 de enero.
En estas fotografías observamos que el nuevo Supra hace gala de tres generosas entradas de aire frontales y un diseño muy estilista y delgado de los faros con tecnología Led. En la línea lateral presume de unas 'branquias' situadas detrás de los pasos de rueda delanteros, un techo de doble burbuja, unos faldones muy aerodinámicos y unas atractivas llantas que facilitan la refrigeración de un sistema de frenado de alto rendimiento.
La zaga se remata con unas caderas muy marcadas y musculosas, un alerón que goza de gran protagonismo y unos pilotos también muy esbeltos en sus formas. Además de un paragolpes muy llamativo, incorpora un difusor integrado y la luz de freno se ubica en una posición central que se inspira en la Fórmula-1. También llama la atención la doble salida de escape.
No hay imágenes definitivas del interior, pero gracias a las fotos espía sí que podemos afirmar que el cuadro de mandos es totalmente digital, el volante de tres radios y que incorporará lo último en materia de infoentretenimiento y conectividad.
Corazón alemán
El Supra ha compartido desarrollo con el último BMW Z4, por eso bajo el capó apuesta por un motor alemán, como ya avanzó Tetsuya Tada, ingeniero jefe de este modelo, y que señaló que un bloque de seis cilindros en línea sería algo innegociable en este deportivo. En su alma gemela, el Z4 M40i ofrece 387 CV y eso le permite acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,4 segundos. También habrá una variante de dos litros y cuatro cilindros que rondaría los 270 CV de potencia.
En su fabricación se ha puesto todo el conocimiento y esmero que se espera de un deportivo de altas prestaciones. Por eso el reparto de pesos es ideal (50/50), es tan rígido como el icónico Lexus LFA y entre sus bondades dinámicas presenta una suspensión adaptativa y un diferencial trasero de deslizamiento limitado electrónico. Un modelo con el que ya se frotan las manos muchos apasionados de los deportivos japoneses, más en Toyota porque la única referencia deportiva recaía hasta ahora sobre el GT86.