Sin embargo, el Gran Premio de Bakú recordaba una vez más que para ganar no basta con la competividad de la máquina, sino del acierto de sus pilotos y la capacidad operativa de la estructura que les soporta. Ferrari cayó en todos los terrenos.
El equipo italiano cerraba la jornada del viernes con una ventaja de siete décimas y un 1.2 segundos en ambas sesiones de libres. Sin embargo, los dos pilotos de Mercedes subían a lo alto del podio por cuarta vez consecutiva. El ritmo de Charles Leclerc apuntaba a una inevitable pole, sobrepasando durante todo el fin de semana a su compañero de equipo. Ferrari parecía haber logrado el equilibrio punto dulce entre potencia y carga aerodinámica para la larga recta de Bakú y su sinuoso sector intermedio que parecía por fin confirmar las sensaciones de pretemporada. Todo empezó a derrumbarse con el propio Leclerc.
Leclerc, un error que marcó el fin de semana
Cegado por su gran rendimiento durante el fin de semana, la gran sensación de Ferrari en 2019 también fue la primera causa de su derrota, y para el piloto su primera gran lección para aprender a manejar la presión al más alto nivel. El monegasco atacó más de lo debido con neumáticos medios en el Q2 y estampó su monoplaza, error cuyo efecto dominó arrastró a Ferrari durante el fin de semana. De partida impedía contar con un segundo monoplaza en el equipo italiano para llevar a cabo los imprescindibles rebufos, dejando a Vettel colgado de la brocha. La bajada de las temperaturas favoreció al W10 respecto al SF90 y si en Ferrari esperaban y necesitaban copar la primera línea, Mercedes quien dio la vuelta a la tortilla a la hora de la verdad a la hora de acertar con la evolución y adaptación de sus monoplazas a la pista. Al contrario que Ferrari. Una vez más.
El equipo italiano ya comenzó la carrera medio noqueado. Leclerc, salía con neumáticos medios desde la distancia. Solo estaba Vettel para presionar en la salida, pero el alemán ni pudo lograrlo, ni tampoco mantener su ritmo inicialmente. No acaba de sentirse cómodo con el SF90 y se nota. Sus neumáticos tampoco lograban temperatura y quedó vendido muy pronto. Hipotecado desde su accidente del sábado, el equipo intentó diferentes estrategias con Leclerc, que solo sirvieron para lograr la vuelta rápida. Vettel tenía que ahorrar gasolina en la parte final de la carrera. De modo que el equipo italiano volvía a caer en todos los frentes frente a Mercedes. «Para ser sinceros, Ferrari no lo hizo mal, todo fue por mi error ayer». Acertaba Leclerc, pero no fue la única razón.
Bottas compensó la mala fortuna de 2018
La victoria de Valtteri Bottas supuso una compensación del destino tras la mala fortuna de la pasada temporada, cuando un pinchazo le arrebató la victoria. Aunque sorprendiera que no lograra ninguna en 2018, esta temporada ya ha batido limpia y nítidamente a Lewis Hamilton en dos ocasiones para liderar ahora el campeonato. La metamorfosis del finlandés aún necesita de mayor recorrido para comprobar su consistencia para batir finalmente al británico, al que nunca ha plantado cara como hasta el momento.
Al margen de los errados pronósticos con Ferrari, la pretemporada apuntaba a una extraordinaria lucha en la clase media en 2019. Cuatro circuitos con diferentes configuraciones ya han arrojado un primer patrón de rendimiento, y su correspondiente jerarquía. También por esta banda han errado algunos pronósticos, sobre todo en el caso de Renault y Haas. Nico Hulkenberg se desplomaba espectacularmente en Bakú, y Daniel Ricciardo también terminó impotente y sancionado. El equipo francés parece haber errado con su chasis en 2019 y sin solucionar los problemas de comportamiento del año pasado. Problema más hiriente si cabe ante el espejo de su cliente McLaren, que se está beneficiando de la mejora de su unidad de potencia. Haas, con el cuarto monoplaza el pasado año -no materializado por sus pilotos en la clasificación- también se enfrenta a problemas de no fácil solución y el domingo es una pálida sombra del pasado año.
Primeros puntos para Sainz
De aquí la revelación de McLaren, que llegará a Europa como cuarto equipo de la parrilla, un resultado difícilmente imaginable al terminar el pasado campeonato. Solo un punto le separa de Racing Point, pero el MCL34 ha mostrado una mayor polivalencia de rendimiento en estos primeros circuitos, China aparte, donde Sainz ofreció un magnífico ritmo de carrera que no fue recompensado por culpa de otro de esos incidentes que han lastrado sus tres primeras carreras.
Pero finalmente Sainz logró desembarazarse de ese mal fario que le ha acompañado hasta ahora. Al menos, el domingo, porque el sábado impidió que pudiera haber luchado por la mejor posición de salida de la temporada. Pero finalmente cayeron sus primeros puntos con la impresión no cuajada de haber podido luchar con Pérez por la sexta posición final. «Todo el año he ido cómodo con el coche, he hecho clasificaciones muy buenas, vueltas muy buenas, y he ido rápido, pero no acababan de salir los resultados. El optimista diagnóstico para este primer ciclo de Sainz y McLaren con el MCL34 está siendo confirmado en el asfalto. Solo restaba que el viento dejara de soplar siempre en contra.