Para comprar este Tarraco de gasolina con tracción total y cambio automático DSG hay que gastarse, sí o sí, 40.300 euros -financiando-, porque esa combinación sólo existe si la asociamos al 2.0 TSI de 190 CV y al acabado Xcellence. En cualquier caso, esta versión es unos 3.000 euros más barata que un Volkswagen Tiguan Allspace si igualamos plazas, motor, tracción y cambio. Eso sí, la gama Tarraco dispone de otro motor de gasolina con 1,5 litros de cilindrada y 150 caballos que parte de unos muy competitivos 29.400 euros -también financiando-, pero este sólo está disponible con tracción delantera y cambio manual de 6 marchas. Aunque si le sumamos los 884 euros de la tercera fila y tenemos en cuenta el increíble equipo de serie que tiene el Tarraco desde el acabado más básico, por poco más de 30.000 euros tenemos un todocamino de siete plazas muy recomendable.
Pero centrémonos en esta versión tope de gama con cinco asientos y veamos sus ventajas y sus inconvenientes.
De serie todos los Tarraco llevan una configuración de cinco plazas que les otorga un maletero de órdago, con 760 litros de capacidad, suficientes para llevar un equipaje para muchos días de sus cinco ocupantes. Y no es un maletero cualquiera, ya que dispone de una percha, cuatro argollas, una toma de corriente, un piso que se puede colocar a dos alturas, dos grandes huecos prácticos y cercanos a la boca de carga y dos tiradores para abatir los respaldos traseros desde el maletero. Asimismo, y como en la versión de siete plazas, el Tarraco con espacio para cinco cuenta con un asiento trasero que se desplaza 18 centímetros, en este caso para ganar espacio de carga. Y los respaldos traseros cuentan con cuatro posiciones diferentes de inclinación para ganar comodidad o ajustar la capacidad del maletero.
Es una faena que dado el estupendo y completo equipo de serie de esta versión la marca española haga pagar aparte la rueda de repuesto, y encima que ésta sea de las llamadas de emergencia. Pero quitando ese feo detalle de 114 euros, el nuevo todocamino de Seat va bien servido, con una dotación en este acabado Xcellence idéntica al del TDI probado anteriormente.
El motor 2.0 TSI de 190 CV, en asociación con el cambio DSG y la tracción total 4Drive, conforman un conjunto muy acreditado que responde con ventaja en casi todas las situaciones de orografía, adherencia y densidad de tráfico; e incluso apreciamos una trazada más limpia debido a los 64 kilos menos que pesa esta versión en comparación con el Tarraco TDI de la prueba anterior. Pero, por lógica, todo no podía ser perfecto y un todocamino de casi 1.800 kilogramos con 190 CV y tracción total no puede gastar poco. Y este Tarraco no es una excepción. Con un consumo muy sensible a la carga y al tipo de conducción, nos ha costado ver bajar de los 9 l/100 km el gasto medio; y a veces, sacándole buen partido a los 190 CV de potencia, hemos anotado cifras cercanas a los 13 l/100 km. Quitando eso, esta versión es una magnífica opción para todos aquellos que puedan permitírsela.
LA CLAVE
Con el motor de gasolina, y sin la tercera fila, el Tarraco se convierte en un todocamino con temperamento y un espacio de carga que, con cinco plazas, roza los 800 litros. Y los 34 kilos menos frente a un Tarraco igual pero de siete plazas también se notan. Magnífica opción para los 'gasolineros' amantes del espacio.