Con su llegada, ya son cuatro los modelos de competición de la firma enfocados al `customer racing´, tras triunfar en las clases TCR, GT3 y GT4. Basado en el Audi R8 de producción, este nuevo modelo cuenta con una estructura de construcción multimaterial (aluminio y CFRP), añadiéndose una jaula antivuelco de acero. La geometría del chasis corresponde a la versión Spyder del R8, así como el corte de la puerta. Si lo comparamos con el modelo GT4, esta nueva bestia es 100 kg más ligero, con un peso en seco de 1.350 kg.
Las entradas de aire, a diferencia de los GT3 y GT4, están situadas a la derecha y a la izquierda, permitiendo que el aire fluya por el parabrisas, con un alerón rediseñado que mejora la aerodinámica y genera una mayor carga en el eje trasero.
Con 640 CV de potencia
Su corazón, un motor V10 atmosférico de 5,2 litros que procede de la factoría de Györ (Hungría). Se ha conseguido aumentar su potencia hasta los 640 CV a través de un nuevo software de gestión del motor, con la toma de admisión en el techo. Está asociado a una transmisión de doble embrague S tronic de siete velocidades con levas en el volante.
Para proporcionar la mayor seguridad incluye redes de seguridad en los laterales, sistema de extinción de incendios, cinturones con seis puntos de anclaje o un depósito de combustible con sensor de nivel de llenado.
Esta nueva bestia germana ya está disponible para pedidos por 338.000 euros. Las primeras unidades llegarán a finales de este mismo año.
