El Seat Arona se ha convertido en todo un fenómeno en el segmento de los SUV urbanos. Y mucha parte de la culpa la tiene una interesante mecánica bautizada con las siglas TGI, que día a día va cogiendo un gran impulso.
Bajo esa denominación nos encontramos con una versión que se erige como una alternativa muy a tener en cuenta frente a los TSI y TDI, y que presenta la particularidad de estar alimentada con gasolina o con gas natural comprimido, un combustible que emite menos CO2 y menos residuos, y que le permite al Arona ser agraciado con el distintivo ECO de la DGT, lo cual se traduce en diversas ventajas -reducción del impuesto de circulación, descuentos en peajes y estacionamientos en la calle…-, que se multiplican si eres usuario habitual de la zona centro de ciudades como Madrid o Barcelona.
Siete niveles de acabado
Por fuera nada delata a estos Arona TGI. Es más, Seat lo ofrece en siete niveles de acabado diferentes para que puedas elegir el que mejor se adapta a tus necesidades y gustos, o a tu bolsillo. Aunque por esto último no te preocupes, pues aunque requiere un desembolso extra de 1.770 euros respecto a un 1.0 TSI, esa cantidad se amortiza de un plumazo.
Los mayores cambios los vas a encontrar al abrir la tapa, tras la que en este caso se ocultan las tomas para repostar gasolina -hasta aquí, nada nuevo- y GNC, mientras que en su interior hay un doble indicador del nivel de carburante en su cuadro de instrumentos.
Esta eficiente versión apuesta por el conocido motor 1.0 TSI, que proporciona 90 CV de potencia y 16,3 mkg de par máximo, cifras que son enviadas a las ruedas delanteras por medio de un cambio manual de 6 velocidades.
Como respuesta obtenemos unas prestaciones más que correctas para el enfoque de este SUV urbano, que tampoco se amedrenta frente a los largos viajes por carretera. Incluso con el aforo completo. Y ojo con su dinámica cuando aparecen curvas, pues sorprende por su agilidad, propia de otros segmentos.
La llegada de tres tanques en los que se almacena el gas natural comprimido no afectan al espacio reservado para sus ocupantes, por lo que delante no hay problemas de espacio -se agradecen esos centímetros extra frente a un Ibiza, que se traducen en mayor visibilidad y más confort al entrar y salir–. Detrás, tres personas se pueden llegar a acomodar si no son excesivamente corpulentas, pues su cota de anchura lo permite.
Los Arona TGI obligan a conformarnos con un kit reparapinchazos, pues el lugar reservado para la rueda de repuesto lo ocupan en parte sus depósitos de GNC, en los que caben 13,8 kilos de gas.
Desde 16.960 euros
Y desde 16.960 euros tienes este SUV, que mima al máximo tu economía familiar y que te permite disfrutar también de la ciudad.
De todo ello te iremos poniendo al día durante los próximos meses, pues esta experiencia con el Arona TGI de Seat no ha hecho más que comenzar.
Las principales diferencias bajo la piel
Para crear este Arona TGI, la marca española ha tenido que realizar importantes modificaciones. Y aunque a simple vista no se ven, realmente existen.
Para poder funcionar con gasolina y con gas natural comprimido, el motor 1.0 TSI de tres cilindros recibe nuevos inyectores, turbocompresor, gestión electrónica… Además, para llevar el gas hasta el motor, en sus bajos hay colocadas unas tuberías fabricadas con acero bonificado, que son capaces de soportar los golpes y la corrosión sin problemas.Lo más característico, en cualquier caso, son sus tres tanques, donde se almacena el GNC a una presión de 200 bares. Fabricados también en acero bonificado, cuentan con diferentes válvulas que permiten disipar el gas en un impacto y sin riesgo de explosión. No en vano este Arona TGI consigue cinco estrellas en las pruebas EuroNCAP.
En dichos tanques caben 13,8 kilos de GNC. Y eso equivale a día de hoy a unos 12,80 euros. Además, esa cantidad da para recorrer, de media, más de 360 kilómetros.
La cantidad de GNC disponible nos la indica el testigo que sustituye al de la temperatura del refrigerante en el resto de la gama Arona. Y esa es la única diferencia que nos encontraremos en su interior.
Por cierto, si el GNC se agota entrarán en acción los 9 litros de gasolina que caben en su depósito, y que alargan su autonomía en más de 150 kilómetros.