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Conducimos el nuevo Skoda Kamiq. El SUV urbano ideal

Muchos fijaban los 4,20 metros de longitud como la barrera que separaba a los pequeños SUV urbanos de los modelos todocamino compactos al estilo del Nissan Qashqai, el Seat Ateca o el propio Skoda Karoq, pero está claro que las normas están para romperlas porque ese boyante sector de los SUV-B comienza a recibir integrantes que rebasan esa cota; como es el que caso que nos ocupa, pues el Skoda Kamiq mide 4,24 metros de largo, o como ocurre con los nuevos Peugeot 2008 y Renault Captur, que se van respectivamente a 4,30 y 4,23 metros. El Kamiq comparte la plataforma MQB A0 con el Scala, un interesantísimo compacto encargado de sustituir en la gama checa al Spaceback, pero comparte también esa moderna base del grupo VAG con dos de sus directos rivales: el Seat Arona, que mide 4,14 metros, y el Volkswagen T-Cross, que se conforma con 4,11 metros. Lo que sucede es que mientras el modelo de Seat tiene una distancia entre ejes de 2.566 milímetros y la del Volkswagen se queda en 2.563, Skoda ha optado por una batalla mucho más generosa, de 2.651 milímetros, que incluso supera la de vehículos SUV del segmento inmediatamente superior, como el Qashqai (2.646 mm) o, y aquí viene la sorpresa, el Ateca y el Karoq (ambos con 2.638 mm).

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Más largo de lo normal en su categoría y con una distancia entre ejes que cuadraría con modelos SUV de la clase superior, parece claro que Skoda sigue fiel a su costumbre de hacer vehículos que nadan entre dos aguas, a caballo de un segmento y otro, lo que tiene su aquel cuando el precio corresponde al del segmento inferior. Por ejemplo, el Kamiq es amplísimo por dentro, destacando unas plazas traseras con hueco enorme para las piernas, mucha altura al techo y detalles de coche bueno como las salidas de aire traseras, infrecuentes en pequeños SUV. Aunque las frías cifras permiten hacerse una idea mucho más exacta de esa virtud, pues en la segunda fila le hemos medido 77,5 centímetros de distancia entre respaldos con un conductor de 1,75 al volante, cuando en un Arona son 72,5 centímetros, 71 en un T-Cross, 69 en el C3 Aircross y 68,5 en un Kona. O sea, y salvando las distancias, es como si Skoda hubiese querido hacer el Superb de los pequeños SUV proponiendo un espacio para piernas y pies en las plazas posteriores mucho mayor del que cabría esperar. Y al techo hay en esa segunda fila 98,5 centímetros, que también es muchísimo. En proporción, brillan menos los 129,5 centímetros de anchura posterior al nivel de las caderas, pues le aventaja el T-Cross con sus 130 centímetros. Pero ninguno más, pues todos son algo más estrechos y sólo iguala esos 129 centímetros el Kona.

Muy buenos materiales y equipamiento

Esa ensalada de cifras es para demostrar que detrás viajaremos como reyes, ya sean tres chavales de cierto volumen o dos adultos que se dediquen al baloncesto. Y delante también hay espacio de sobra; aunque los atributos del habitáculo del Kamiq no se limitan a unas cotas extraordinarias, pues el SUV checo también brilla por calidad general (valorando materiales, ajuste, tacto y aspecto nos parece que está por encima de Arona y T-Cross) y por funcionalidad, ya que el interior está repleto de huecos donde colocar cosas, empezando por una guantera principal capaz y refrigerable, y entre las opciones figura el respaldo del acompañante delantero abatible para poder transportar objetos muy largos.

Alguien podría esperar también un maletero récord, pero en eso las cifras anunciadas son más normales, que es tanto como decir adecuadas. Porque sus 400 litros con las cinco plazas en uso están bien (la misma capacidad que el Arona y 15 litros más que el T-Cross), y abatiendo la segunda fila, divisible en secciones asimétricas, alcanzaremos los 1.395 litros. Sólo se nos ocurre una posible crítica, y es la ausencia de banqueta posterior corredera en opción, elemento no disponible ni en opción que sí incluyen el T-Cross o el C3 Aircross, y que al Kamiq le sentaría de cine, pues goza de más espacio que los dos modelos citados y eso permitiría jugar con el espacio dedicado a equipajes y a pasajeros. Decir, en este sentido, que entre las opciones figura el portón de accionamiento eléctrico, otro elemento novedoso en su clase.

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Además, Skoda se ha preocupado de que el equipamiento de serie sea completo ya desde el acabado básico Active, que cuenta con llantas de aleación de 16 pulgadas, luces diurnas LED, faros antiniebla, encendido de luces automático, aire acondicionado, asientos del conductor ajustable en altura, apoyabrazos delantero con cofre central, radio Bolero con pantalla de 8 pulgadas y 8 altavoces, espejo interior antideslumbrante, volante de cuero, limitador de velocidad y una dotación de seguridad sorprendente: asistente de arranque en pendiente, llamada de emergencia, Front Assist (vigilancia por delante del coche mediante un radar y función de frenada de emergencia), Lane Assist (alerta si nos salimos involuntariamente del carril por el que circulamos), control de presión de neumáticos… El acabado Ambition, que podría copar el 50 por ciento de las ventas en España, añade elementos de diseño exterior que otorgan más prestancia al Kamiq, así como paraguas (va oculto en el perfil de la puerta del conductor), enchufe de 12 voltios en el maletero, climatizador automático bizona, volante multifunción y sensor de aparcamiento trasero; mientras que los más exigentes cuentan con dos alternativas: el nivel Style, ya con llantas de 17 pulgadas, faros Full LED, función Keyless-Entry de acceso y arranque sin llave, detector de fatiga o sistema Tempomat de control de crucero, y un acabado Sport, especial para el mercado español, que además de esta bien dotado pone un acento deportivo al exterior, destacando su techo panorámico, un uso más extenso de cromados o los cristales trasero más tintados, e incluso llantas de 18 pulgadas en opción.

Desde 14.900 euros con descuentos

En cuanto a precios, la gama arranca en los 20.140 euros del Kamiq 1.0 TSI con 95 CV, cambio manual y acabado Active, aunque incluyendo todos los descuentos posibles y financiando la operación su factura baja hasta unos atractivos 14.900 euros. Y el precio se quedaría en 15.700 euros si preferimos esa misma variante pero con 115 CV, y en 18.100 si el cliente prefiere el motor diésel, que es el 1.6 TDI de 115 CV. Al margen de esas tres motorizaciones, ya disponibles (las entregas comienzan en octubre, y para los acabados a partir del Ambition se ha previsto un suculento Pack lanzamiento de regalo), Skoda tendrá listos antes de finalizar el año otros dos propulsores. Por un lado, el 1.5 TSI de 150 CV con desactivación automática de cilindros, por otro, el 1.0 G-TEC, cuyo motor 1.0 TGI de 90 CV es capaz de funcionar con gas natural o gasolina. Y la gama crecerá también con nuevos niveles de equipamiento, como el Montecarlo, que toma como base el acabado Sport y será desvelado en pocos días durante el Salón de Francfort.

Pero el Kamiq no se queda en una carrocería amplia, práctica y de calidad con un equipamiento muy completo en relación al precio pagado, sino que también propone un rendimiento eficaz y mucho agrado. Para esta primera toma de contacto nos fuimos hasta Alsacia, esa zona de Francia entre Mulhouse y Estrasburgo donde uno llega a pensar si realmente está en Alemania o en Suiza por los paisajes, la arquitectura y los propios nombres de las poblaciones. Un escenario idóneo porque puedes pasar constantemente de las autovías a retorcidas carreteras de montaña, o a callejear por pequeños pueblos donde e tiempo parece haberse detenido hace cien años. Lástima que no tuviéramos tiempo para rodar por pistas (la zona tiene cientos de ellas atravesando sus bosques), porque creemos que el Kamiq también puede dar juego lejos del asfalto con sus 188 milímetros de distancia al suelo (39 más que el Scala) y sus ángulos de movilidad off-road: 18,7 el de ataque y 28,4 el de salida. Y entre sus opciones, por 60 euros, ofrece el chasis elevado; del mismo modo que el cliente también puede solicitar, en este caso por 420 euros, el tren de rodaje Sport Chasis Control, que rebaja la altura del conjunto 15 milímetros y permite escoger entre dos grados de firmeza en la amortiguación: Normal y Sport.

Presumen de comportamiento

En primer lugar nos subimos en un Kamiq 1.0 TSI 115 con cambio DSG, que según Skoda será una de las elecciones preferidas en España. Ese conjunto mecánico es de sobra conocido para nosotros, pues hemos probado versiones similares de los Seat Ibiza y Arona, de los Volkswagen Polo y T-Cross. Por tanto, no fue una sorpresa para nosotros constatar que ese Kamiq ya va de maravilla, y que le valdrá perfectamente al 90 por ciento de los usuarios por su agrado y sus prestaciones, pues con dos personas a bordo y su equipaje, y afrontando vías de montaña, podemos realizar adelantamientos seguros incluso cuesta arriba, especialmente en la posición S del cambio automático o si hemos elegido previamente el programa Dynamic (el Drive Mode Select, no disponible en las versiones Active, cuesta 105 euros). Será entonces, cuando apuremos más las posibilidades del motor, el único momento en que notaremos la condición tricilíndrica del 1.0 TSI, pues a ritmos normales o en ciudad cuesta percibir por el sonido que no es un cuatro cilindros.

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Y el buen rendimiento no solo tiene que ver con el empuje o el agrado general, sino que el chasis responde a las necesidades generales con una buena frenada, una dirección precisa y suficientemente rápida y una estabilidad donde prima el equilibrio entre eficacia y confort. Y es que el Kamiq tiene una suspensión ligeramente blanda, pero siempre va por su sitio y apoya de forma franca hasta en los virajes más complejos, y sin que la electrónica se entrometa en la conducción salvo para corregir errores de bulto.

No obstante, queríamos saber también cómo iba la versión básica de la gama, con el 1.0 TSI de 95 CV y el cambio manual de cinco velocidades (es el único motor de los ya disponibles que no ofrece caja DSG y que no va ligado a un cambio manual de seis marchas), y de ahí que lo escogiésemos para el segundo test, a caballo entre la ciudad y la autovía. Y para ese tipo de recorrido, y a velocidades legales, ese Kamiq da la talla a la perfección, como demuestra una velocidad punta de 181 km/h o los 11,1 segundos necesarios para acelerar de 0 a 100 km/h. No es un misil, desde luego, pero como vehículo urbano capacitado para salidas de fin de semana y esporádicos viajes de vacaciones, casi siempre por autovías, nos parece una opción de compra más que apropiada. Además, los 14.900 euros del precio con acabado Active trepan solo hasta los 16.500 si preferimos el nivel Ambition, diferencia de coste compensada más que de sobra por el equipamiento extra que implica. En cuanto a economía de uso, la versión más austera es la equipada con el 1.6 TDI, pues homologa 4,8 l/100 km (WLTP) con la caja manual y 5,0 con la DSG7, pero los Kamiq de gasolina ahorran casi lo mismo, pues el 1.0 TSI 95 anuncia un promedio WLTP de 5,1 l/100 km y la variante de 115 CV homologa 5,3 l/100 km con transmisión manual y 5,5 con la automática.