Con un comportamiento ágil y deportivo, la potencia del sistema es generada por un motor de gasolina de 4 cilindros de 2.0 litros, con tecnología BMW TwinPower Turbo que es capaz de rendir 184 CV (135 kW), y un motor eléctrico integrado en el cambio Steptronic de 8 velocidades con una potencia de 109 CV (80 kW). Asociados, llegan a una potencia máxima de 292 CV (215 kW) y un par de 420 Nm. Con todo ello, está bestia puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h.
Hasta 55 km de autonomía eléctrica
En cuanto a su batería de iones de litio, que está ubicada bajo el asiento trasero, cuenta con 12 kWh de capacidad, que le aporta una autonomía eléctrica de 55 kilómetros (ciclo WLTP). Además, el depósito de combustible se ha colocado por encima del eje trasero.
Esta batería de alta tensión se puede recargar en enchufes domésticos con el cable de carga del equipo de serie, con lo que se puede cargar al máximo de su capacidad en menos de seis horas. Con un BMW i Wallbox se recarga por completo en unas tres horas y media.
Como alternativa a la versión de acceso, el SUV también se puede escoger entre los diferentes grados de equipamiento Advantage, xLine, Luxury y M Sport. Su equipamiento de serie incluye aviso acústico, sistema de aire acondicionado auxiliar o nuevos servicios digitales. Además, las opciones de equipamiento incluyen suspensión adaptativa, dirección deportiva variable, frenos M o control de crucero.