Roma. Este es el nombre que ha elegido la prestigiosa marca italiana para su creación más reciente. Esta icónica ciudad presta su nombre a este deportivo que tiene un aspecto que se presenta como el estilo de vida que caracterizaba esta región en los años 50 y 60.
Aunque Ferrari tampoco ha aportado muchos datos a cerca de este vehículo, la aerodinámica se ve muy trabajada y el estilo retro se puede ver reflejado en la parrilla delantera con un aspecto de ''vehículo antiguo''. Las luces diurnas se ven como ''flotando'' y flanqueadas por el gran spoiler delantero. La trasera, con un techo que baja de forma pronunciada así como un cuerpo con una silueta muy fina y lisa gracias a que los tiradores de las puertas se encuentran a ras de la carrocería haciendo que el coeficiente aerodinámico sea mejor. Además la trasera se ve más deportiva que la parte delantera e incorpora en el parachoques cuatro salidas de escape deportivas.
Retro por fuera, a la última por dentro
En cuanto al interior, nos encontramos con un nivel de tecnología que, esta vez, no es retro. Cuadro de instrumentos digital, sistema de infoentretenimiento orientado ligeramente hacia el conductor e incluso un sistema de infoentretenimiento también para el pasajero ya que cuenta con uno propio justo delante del asiento del acompañante. Eso sí, por ahora no se sabe si este elemento se podrá disfrutar de serie o si constará como una opción como ya ocurre en el Portofino. Además, el refinado interior se completa con un cuero de alta calidad además de Alcantara y molduras en metal o en negro brillante.
Bajo el capó, este refinado deportivo es donde se vuelve más salvaje ya que incorpora un motor V8 Turbo con 612 CV de potencia, lo que hace que este distinguido coupé alcance los 100 km/h en 3,4 segundos llegando a los 200 km/h en solo 9,3 segundos desde parado. La velocidad máxima se sitúa en los 320 km/h.
Ahora habrá que esperar a conocer el precio y cuentas unidades de esta bella máquina son fabricadas por Ferrari.