La implantación de la movilidad eléctrica se enfrenta a varios tipos de problemas. Desde los técnicos -la capacidad de las baterías o la autonomía de los coches- a los económicos, debido al mayor precio de este tipo de vehículos o a la escasez de ayudas gubernamentales. Sin olvidar la necesaria implantación de una red de infraestructuras que permitan acabar con el miedo a quedarse tirado con un eléctrico por falta de un punto de recarga.
Y a esos condicionantes se suman también otras ideas preconcebidas que van extendiéndose, en muchos casos, sin ninguna base real. Son falsos mitos que van lastrando el debate y el desarrollo del vehículo eléctrico en nuestro país y que también dificultan que España se sitúe en el nivel de desarrollo de un parque de vehículos eléctricos que tienen otros países de nuestro entorno.
Estos mitos son a menudo fruto de la mala información. Entre ellos, hay unos que se centran directamente en la energía. En ocasiones, se pone en duda el origen 'limpio' de la energía eléctrica. En otros se cuestiona la capacidad de la red energética para dar respuesta a las necesidades de la futura flota de coches eléctricos y en otros es la disponibilidad de una estructura de recarga suficiente la que parece poner las principales trabas al desarrollo de la movilidad 0 emisiones.
Desde aquí vamos a tratar de desmontar algunos de esos prejuicios.
Mito número 1
Los vehículos eléctricos utilizan electricidad 'sucia'.
Cuando se quiere atacar al coche eléctrico se alude a que hay que medir todas las emisiones que se generan a lo largo de su vida -incluyendo su proceso de fabricación, donde se generan más emisiones por la producción de la batería. Y en ocasiones se olvida que en el total de su ciclo de vida un eléctrico, como recoge un informe de Eurelectric, supone un 56,7% menos de emisiones de CO2 además de no emitir NOx, ni partículas en suspensión.
De la misma manera, a veces se siembran dudas sobre el origen de la electricidad, afirmando que en un alto porcentaje está generada por carbón y otros combustibles fósiles.
Pero la realidad es que en la Unión Europea, según Eurelectric, el 58% de la energía que se genera en el continente ya es neutral en carbón. Y los ciudadanos de la mayoría de países de la UE pueden elegir puntos de recarga que usen energías renovables. Siguiendo con los datos de Eurelectric, el 93% de la población de la UE tiene la opción de usar energías 100% renovables para recargar su vehículo.
En los 26 países de la UE el contenido de CO2 de la electricidad generada en ellos es inferior a 600 gramos por kWh. Y siempre que el contenido de CO2 de la electricidad sea inferior a esa cifra, las emisiones de los vehículos eléctricos serán mucho más reducidas que cualquier modelo de combustión.
Un dato más concreto aún, destacado por Eurelectric, es que en 2018 el consumo eléctrico en Europa presentaba una intensidad en carbono de 296 gramos de CO2 por kWh, y esta tendencia a la baja sigue en curso. Hoy en día, un VE que se recargue con electricidad generada según la media de la UE emite 60 gramos de CO2 por kWh, que es menos que de lo que emite cualquier coche que utilice combustibles fósiles.
Elegir bien
Pero, además, la oferta de las empresas energéticas en el continente permite que cada usuario pueda elegir con quién y de qué fuentes proviene su energía. Y se puede lograr una recarga con energía 100% renovable, en función del proveedor elegido. Un origen cien por cien verde que en determinados países es condición indispensable para poder instalar puntos de recarga públicos.
En España esto es posible gracias a Iberdrola, pues toda la energía que comercializa para Mobility es cien por cien limpia. Con esa energía procedente de fuentes renovables certificada, Iberdrola propone sus soluciones para la recarga pública y privada.
Con el Plan Vehículo Eléctrico se consiguen ahorros de hasta un 90 por ciento de consumo respecto a un vehículo diésel o de gasolina. En su modalidad de recarga en casa, Iberdrola ofrece seis horas de ahorro diario -entre la 1.00 y las 7.00h-, donde podrás cargar tu coche para recorrer 100 kilómetros con un gasto de solo 50 céntimos. Además, sin necesidad de tener contador inteligente, disfrutando de las ventajas de la factura electrónica y con energía 100% verde.
Y si optas por la recarga pública, las ventajas de Iberdrola son evidentes:
Gracias a la App Recarga Pública Iberdrola puedes controlar todo el proceso de recarga, encontrar los puntos más cercanos, conocer su estado y características en tiempo real, acceder a la infraestructura de recarga sin contrato previo, conocer las tarifas, reservar puntos de carga, recibir notificaciones del fin de la recarga o descargar facturas.
Un mundo de posibilidades el que ofrece Iberdrola… Y siempre con energía limpia. Para acabar con los falsos mitos.