Aquellos que desean personalizar al máximo su elegante Rolls-Royce Phantom solo tienen que recurrir al servicio de personalización de la firma de Goodwood; Bespoke, que es capaz de crear cualquier 'locura' que a sus acaudalados propietarios se les pase por la cabeza.
Sin embargo pocos son aquellos que deciden buscar el lado deportivo de esta elitista berlina que de forma habitual estará conducida por tu afortunado chófer. Y si lo desean deberán acudir a algún que otro preparador externo a la firma británica, como puede ser el caso del alemán Spofec, quien a lo largo de su historia ha creado diferentes mejoras para algunos modelos de Rolls-Royce.
Para los SWB y los EWB
Ahora la última generación del Phantom ha pasado por sus artesanales talleres y ha creado un completo kit aerodinámico que Spofec fabrica en fibra de carbono. Entre esos elementos encontramos unos paragolpes de nueva factura, así como unas taloneras específicas o un discreto alerón para su zaga. Por cierto, todos estos elementos aerodinámicos se pueden adaptar a las versiones con batalla normal y batalla alargada. Todo ello casa a la perfección con estas impresionantes llantas Spofec SP2 que han sido desarrolladas en colaboración con los expertos de Vossen. Tienen 24 pulgadas, se pueden personalizar al gusto del cliente (hay hasta 72 colores para elegir) y están calzadas con gomas 295/30 R24.
Su suspensión neumática ha sido equipada con una nueva gestión que permite rebajar su altura libre al suelo en 40 milímetros hasta velocidades de 140 km/h. Una vez superada esa velocidad la suspensión vuelve a su altura original.
Spofec no ha creado ningún tipo de mejora para el elegante habitáculo de esta criatura. Y claramente es lógico que no lo ofrezca.
Lo que si propone es una nueva gestión electrónica para su corazón 6.75 V12 Biturbo. Gracias a diferentes retoques, este imponente bloque pasa de 571 a 685 CV de potencia, de igual forma que su par motor escala de 900 a 1.010 Nm. Gracias a esta inyección de energía, esta señorial berlina es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 5,0 segundos (5,1 segundos los LWB), aunque su velocidad máxima sigue estando limitada a 250 km/h en ambos casos.