Aunque ya se conocían imágenes de esta versión cero emisiones, ahora este SUV alemán se prueba en condiciones climatológicas adversas, con bajas temperaturas y nieve.
El coche está basado sobre el GLBcomo no podría ser de otra manera pero se aprecian algunos cambios que nos harán diferenciar una versión de su homónimo eléctrico. Por ejemplo en la parte delantera nos encontramos con una parrilla totalmente cerrada. Esto se debe a que al carecer de un motor de combustión, la refrigeración que proporciona dicha rejilla no nos hace falta, por lo que se prescinde de ella tapándola por completo y mejorando además de esta manera la aerodinámica. También hay unos grupos ópticos delanteros diferentes que harán que se note más la diferencia entre uno y otro.
En cuanto a la parte posterior nos encontraremos con que la matricula ha sido desplazada al parachoques, lo que nos hace pensar que se ha hecho hueco para una barra luminosa longitudinal que una ambos pilotos como ya emplea su hermano el EQC.
Ahora solo queda esperar a este eléctrico que se une a la familia EQ de Mercedes-Benz y que anuncia una autonomía de hasta 500 km. Veremos si mantiene la configuración de siete plazas del GLB o si debido al acople de las baterías esta ya no tiene cabida en este EQB.
