La nueva generación del Seat León se desvelará el próximo 28 de enero. De momento, conocemos su zaga, algunas zonas del interior y poco más porque la marca se ha cuidado bien de camuflar su silueta a salvo de cualquier mirada con un original vinilo que no deja apreciar los detalles. El 'disfraz' del modelo preferido por los españoles, se inspira en el modernismo de Gaudí y en la característica técnica del trencadís, que reconoceremos en algunos de los edificios más emblemáticos de Barcelona.
Para camuflar a la cuarta generación del León, que se sustenta sobre la misma plataforma del Volkswagen Golf y Skoda Octavia, se han utilizado 20 metros cuadrados de un vinilo colorido y resistente, realizado con unas especiales características para que no se despegue o deteriore cuando se prueba el coche en condiciones climatológicas adversas. El vinilo se ha adherido al exterior del vehículo a 45 grados de temperatura y en las ventanas y luces se ha colocado un vinilo microperforado que permite pasar la luz y ver el exterior, pero no al contrario.
El ADN del coche
Es la primera vez que la marca no utiliza un camuflaje convencional en blanco y negro, lo que ha supuesto todo un reto. «Lo principal es que no se vean las formas de coche. Hemos tenido que realizar muchos estudios para que desaparezca la forma pero dando un mensaje: que somos Barcelona, que somos mediterráneos, que tenemos color«, ha explicado Jordi Font, responsable de Desarrollo Color&Trim de Seat, quien califica al nuevo León como «una escultura rodante».
¿Qué es lo más importante que debe camuflarse? «Los faros, el gráfico de los pilotos, las líneas de tensión… Son las formas escultóricas del coche, nuestro ADN», asegura Jordi Font. Habrá que esperar hasta el próximo 28 de enero para descubrir todas esas formas al natural.