Desde Cranfield, en Bedfordshire, hasta Sunderland, al norte del Reino Unido (la ciudad donde Nissan cuenta con fábrica en Europa), hay 370 kilómetros. Una distancia que han recorrido por primera vez varios Nissan Leaf completanto la ruta más larga realizada con un vehículo autónomo en Reino Unido.
Este trayecto se ha realizado como parte del proyecto de investigación HumanDrive, en el que participan varias universidades privadas y empresas públicas y privadas y que está respaldado por el gobierno británico. En el mismo han participado varios Nissan Leaf equipados con tecnologías GPS, radar, Lidar y cámaras que han servido para recrear una percepción del entorno. A partir de de ella, el sistema toma decisiones sobre cómo circular y reaccionar ante los obstáculos que se va encontrando.
Nissan cuenta en su gama actual con varios modelos –Juke, Leaf, Qashqai y X-Trail– que ofrecen el sistema ProPilot, una tecnología que ayuda al conductor con la dirección, la aceleración y la frenada. Funciona por un único carril en autopista y está optimizado tanto para tráfico lento como para circular a velocidad elevada.
El proyecto HumanDrive
El proyecto tardó en gestarse 30 meses. La primera fase se invirtió en el desarrollo de un sistema de control avanzado para el vehículo autónomo. Esto se puso en práctica en el recorrido, donde los coches afrontaron todo tipo de carreteras, caminos rurales con pocas o ninguna marca vial, cruces, rotondas, autopistas, etc. La tecnología autónoma respondió con eficacia para realizar maniobras como cambiar de carril, incorporarse a la autopista, detenerse o reanudar la marcha.
En una segunda fase, el proyecto ha estudiado lo que pueden aportar las tecnologías de aprendizaje automático mediante inteligencia artificial para ayudar a mejorar la experiencia del usuario y la comodidad de los pasajeros de los vehículos conectados y autónomos. Los coches utilizados superaron con éxito las pruebas en pistas de pruebas aprovechando la experiencia adquirida anteriormente.
Otra de las fases del proyecto se centró en aspectos como el desarrollo de medidas de seguridad cibernética avanzada en vehículos autónomos, la creación de metodologías de pruebas y seguridad para vehículos autónomos en el Reino Unido y en la investigación de las implicaciones de los vehículos autónomos en el conjunto del sistema de transporte.
