El Toyota 2000GT no es solo uno de los modelos más icónicos jamás fabricado por la firma nipona, sino que también es uno de los deportivos clásicos más raros que hayan sido ensamblados en la Tierra del Sol Naciente. Y eso le convierte en todo un objeto de colección para los bolsillos más rebosantes.
Tanto es así que Toyota solo fabricó entre los años 1967 y 1970 apenas 351 unidades de su 2000GT, y curiosamente a Estados Unidos llegaron 62 ejemplares con el volante en el lado izquierdo. Y este que tienes ante tus ojos es uno de ellos y encargado originalmente por el piloto y coleccionista Otto Linton, que lo tuvo en su poder más de 30 años.
Era más caro que un 911 o un E-Type
La corta vida del Toyota 2000GT se debía en parte a su elevado precio, pues por aquellos entonces era un deportivo más caro que un Porsche 911 o que un Jaguar E-Type. Si bien, este deportivo era realmente avanzado tecnológicamente, porque fue el primer vehículo japonés en utilizar cuatro discos de freno. También fue el primer Toyota en utilizar una suspensión del tipo coilover…
Esta unidad de 1967 fue debidamente restaurada en el año 2006 por los expertos de Maine Line Exotics, que volvieron a aplicar su color original Solar Red, tapizar su interior en cuero de color negro, restaurar su interior en madera de caoba y palisandro… Este trabajo en madera fue efectuado por la división de pianos del fabricante Yamaha.
Tecnología avanzada a su tiempo
Y es que este otro fabricante japonés tuvo un papel fundamental en el desarrollo de este Toyota 2000GT, ya que Yamaha fue el encargado de fabricar la culata de aluminio utilizada por su motor atmosférico de dos litros y seis cilindros en línea. Este propulsor, que también utiliza tres carburadores dobles Solex, era capaz de proporcionar 150 CV a 6.600 rpm y 175 Nm a 5.000 rpm. Todo ello era enviado a su eje trasero, donde hay un diferencial autoblocante mecánico, por medio de un cambio manual de seis velocidades, y gracias a sus 1.120 kilos de peso, sus prestaciones eran realmente sensacionales, alcanzando una velocidad máxima de 217 km/h.
Su impecable estado y su rareza hará que no sea nada barato. Y es que los expertos de RM Sotheby's, que le buscarán un nuevo hogar el próximo 1 de mayo, esperan recaudar por esta joya entre 700.000 y 850.000 dólares, el equivalente a pagar entre 645.000 y 785.000 euros al cambio actual.
