Suzuki sigue apostando fuerte por la tecnología de hibridación ligera en toda su gama como forma de conseguir la mayor eficiencia de consumo y electrificar su gama. Ahora le ha tocado al turno al S-Cross que estrena una nueva evolución del motor de gasolina 1.4 BoosterJet al que se asocia una nueva batería de 48 voltios que mejora la eficiencia y la capacidad de apoyo al motor de combustión que la anterior versión que contaba con una batería de 12 voltios de menor capañcidad.
Con esta nueva combinación, el nuevo S-Cross consigue rebajar el consumo de combustible entre un 15 y un 20 por ciento respecto al actual S-Cross según la normativa de homologación WLTP hasta homologar 5,6 /100 km de consumo medio en la versión de tracción delantera y 6,2 en el caso de la version de tracción total. Se combinan en esta nueva configuración mecánica un nuevo motor 1.4 Boosterjet con inyección directa que ofrece 129 caballos y un par de 235 Nm a partir de 2.000 revoluciones por minuto. La potencia no ha variado, pero el par sube desde los 220 Nm del modelo anterior.
A ello se suma el sistema SHVS Mild Hybrid 48V que integra un generador de 48V que consta de una función de motor eléctrico, una batería de ion litio de 48 voltios y un convertidor DC/DC de 48V a 12V. Con ello aporta una potencia extra de 10KW, según las necesidades de la conducción. Gracias a este apoyo no solo se reducen las emisiones y los consumos, sino que la asistencia eléctrica al motor de combustión permite que el coche ofrezca una aceleración mucho más agresiva cuando se necesita una respuesta inmediata.
Y para rebajar los consumos el motor eléctrico hace funcionar el motor al ralentí en el momento de la deceleración o cuando se levanta el pie del acelerador, de forma que la rebaja de consumo es sustancial. Y también es sustancial esa etiqueta ECO a la que tiene derecho al utilizar este tipo de tecnología.
Ágil y divertido
Ese empuje es uno de los hechos destacables de nuestro recorrido durante la presentación del nuevo S-Cross Mild Hybrid por carreteras de Cádiz. El SUV japonés nos ha demostrado ligereza y agilidad, convirtiéndose en una alternativa muy interesante a los modelos de mayor éxito. Un modelo que con su potencia y el apoyo del motor eléctrico brilla por su agilidad, como demuestra en el recorrido, que incluye carreteras de curvas y de montaña por el interior de la provincia. Aunque con un enfoque claramente familiar tanto en su esquema de suspensiones o en la dirección -quizas un poco suave- garantiza diversión al volante.
Y mucha más si hubiera dispuesto de versión automática; pero no está disponible, con lo que nos toca jugar con el cambio; rápido pero no excesivamente preciso y con un tacto no muy consistente. De frenos, bien y suave de suspensiones, dará satisfacciones a los usuarios en cada kilómetro pues se viaja cómodo en su interior. Su maletero, de 430 litros es correcto para lo que se estila entre sus rivales.
Añade, además, una de las señas de identidad de Suzuki y que lo hace distinguirse de gran parte de sus rivales, pues sigue ofreciendo versiones de tracción total, en las que se demuestra su carácter aventurero, como nos demuestra en un recorrido off road por caminos y pistas rotas y con mucha arena, de donde sale airoso. Además el funcionamiento del sistema de 4WD AllGrip es muy simple y efectivo, pues solo con girar una rueda tras la palanca de cambios se puede elegir el más indicado de los cuatro modos que ofrece: Auto, Sport, Snow y Lock.
Aprovechando el lanzamiento de la nueva generación del S-Cross, el crossover japonés mejora su equipamiento, pues se le han añadido dos sistemas que no estaban disponibles hasta el momento: el Control Predictivo de Frenada RBS y el Control Predictivo de la frenada. El primero funciona cuando hay riesgo de colisión y el sistema ejerce fuerza sobre los frenos para apoyar la frenada del conductor si detecta que esta no es suficiente o actúa de forma contundente automáticamente para evitar la colisión o reducir los daños. En cuanto al segundo sistema, disponible en las dos versiones de la gama, el sistema acelera o reduce la velocidad para mantener la distancia de seguridad previamente establecida.
El nuevo Suzuki S-Cross está disponible con dos niveles de acabado, GLE y GLX; este último se puede asociar al sistema de tracción total AllGrip. Los precios empiezan en 22.400 euros de la versión de acceso GLE y el tope de la gama, el acabado GLX con tracción total cuesta 26.745 euros.