El CX-5 de Mazda ha sido galardonado con numerosos premios desde su nacimiento en el año 2012 y, tras 8 años y dos generaciones, llega el modelo de 2020 con elementos añadidos que no hacen más que mejorar el resultado. Desde que saliera al mercado en 2012, 60.000 ejemplares se han vendido en el Reino Unido y del modelo de segunda generación, más de 25.000 han encontrado hogar en este mismo país. Estamos hablando de Gran Bretaña en cuestión dado que es un mercado que acoge muy bien este modelo y cuyos datos son realmente interesantes.
Y es que la segunda generación del SUV japonés fue lanzada en 2017 bajo una premisa clara: mantener la receta que había llevado a un gran éxito el primer modelo. Y así lo hicieron. El modelo 2017 tan solo cambió ciertos aspectos con el fin de mejorar algo que ya de por sí era bueno. Se le añadieron distintos equipamientos en materia de seguridad y un aumento de potencia en el motor más poderoso de la gama diésel. En 2019, se introdujo otra pequeña actualización que incorporaba de serie los sistemas Apple CarPlay y Android Auto, así como unos mandos del climatizador revisados.
Siguendo la misma receta
Ahora, con este modelo 2020 nos encontramos con cambios sustanciales pero que no alteran dicha fórmula exitosa. Entre las principales novedades está que se añade el sistema de desactivación de cilindros en el motor Skyactiv-G de 165 CV gasolina y manual. Esto permite reducir las emisiones cuando no sea preciso contar con todos y cada uno de dichos cilindros. Así mismo, este nuevo modelo cuenta también con una pantalla central rediseñada para ajustarse mejor a los bordes con el fin de poder aprovechar más este elemento.
También ha sido revisado a nivel de comportamiento ya que, este siempre ha sido un SUV con bastantes capacidades dinámicas por lo que la configuración de la suspensión introducida en la actualización del año pasado se mantiene y permite al vehículo una circulación mucho más refinada y precisa.
En cuanto a sus motores, contaremos con hasta 14 variantes diferentes; seis modelos gasolina y ocho propulsados por diésel. Como ocurría antes, el motor diésel 2.2 Skyactiv-D se ofrece con 150 o 184 caballos. Si nos decantamos por el modelo 150, este se puede equipar con los acabados SE-L y Sport con tracción delantera, mientras que el modelo con 184 CV se asocia a un sistema de tracción total en los acabados Sport y GT Sport.
Y es que, en el mercado británico, el 73% de las ventas del CX-5 equipan el acabado Sport o superior, por lo que es interesante saber que la tracción a las cuatro ruedas la encontraremos en el motor diésel de 184 caballos.
Los precios de este nuevo Mazda CX-5 2020 para el Reino Unido parten desde las £27.030 hasta las £39.085 (29.811 y 43.107 euros respectivamente).
