En 1959 nacía un modelo que, a pesar de ser diseñado sobre una servilleta en la hora del almuerzo, ha logrado cautivar a propios y extraños, desde el primer modelo hasta el disponible en la actualidad. Ahora, en un mundo diametralmente opuesto al de aquellos años, Mini afronta el nacimiento de un modelo que marca un antes y un después en la compañía: el Cooper SE.
Se trata del primer modelo cien por cien eléctrico de la firma británica, aunque en 2008 ya se presentó el Mini Electric, que solo sirvió de ensayo tanto para el BMW i3 como para el modelo que hoy nos atañe.
Es por tanto este Cooper SE el resultado de años de trabajo que dan como resultado un aspecto clásico y una tecnología actual. Y tras probarlo hay que decir que dichos esfuerzos no han sido en vano.
Con 184 CV
Cuenta con un motor eléctrico de 135 kW (184 CV) y un peso que solo supera en 145 kilos al de un Cooper S con caja automática convencional. Gracias a esto, y a que su distribución de pesos es casi perfecta, la agilidad y diversión características de la marca siguen muy presentes.
Es cierto que en España un eléctrico sigue teniendo hoy ciertas limitaciones, y este en concreto, con sus 234 kilómetros de autonomía teóricos, no nos permitirá ir demasiado lejos; pero su cometido no parece otro que garantizar la movilidad urbana, con un diseño clásico atractivo y… cien por cien Mini. Entre sus virtudes, el Cooper SE cuenta con dos modos de recuperación de energía, siendo capaz el más agresivo de detener el coche totalmente sin necesidad de usar el pedal del freno.