El Opel Astra será renovado por completo en 2022, y entonces también tendrá su versión electrificada; sin embargo, ahora el compacto de Opel recibe una profunda actualización mecánica buscando ante todo la eficiencia máxima, con emisiones de CO2 hasta un 21 por ciento más bajas. Una aerodinámica líder en su segmento -ver cuadro- y los nuevos motores turbo de aluminio y tres cilindros, tanto en diésel como en gasolina, son los artífices de todo. En concreto, la tercera generación de tricilíndricos de origen General Motors, construidos en México y que por lo tanto no pertenecen a PSA, cuya gama mecánica, nos cuentan, habría sido difícil y cara de implementar en este modelo.
A nivel técnico, un eje de equilibrado en el bloque compensa las vibraciones. La fricción interna en los motores es mínima y todos cumplen con la futura normativa Euro 6d. Los motores de gasolina cuentan con distribución variable y son hasta 6 kilos más ligeros que los anteriores. Además de estar todos ellos equipados con Filtro de Partículas de Gasolina. Y no solo eso, la integración del colector de escape refrigerado por agua en la culata contribuye al calentamiento rápido del motor, lo que reduce las emisiones tras el arranque en frío.
Con potencias de 110, 130 y 145 CV, y un par máximo de entre 195 y 236 Nm, estas mecánicas de gasolina logran un buen equilibrio entre rendimiento y eficiencia con consumos medios comunes a los tres motores 1.2, de 5,2 l/100 km en ciclo WLTP. La toma de contacto se realiza primero con el Astra 1.4 Turbo, también con tres cilindros,145 CV, y disponible exclusivamente con la transmisión automática por variador continuo.
Y este cambio nos ha gustado, ya que elimina parte del resbalamiento tan antipático que suele detectarse en los CVT. Lástima que carezca de levas de cambio en el volante. Además hemos detectado que en D apenas ofrece retención, y que en carreteras reviradas el coche negocia las curvas demasiado suelto. Por eso en estos casos lo más recomendable es mover la palanca hacia la izquierda al modo secuencial, de manera que con siete marchas simuladas se obtiene una mayor sensación de reducción y control. En el recorrido efectuado sin exprimir la mecánica y respetando los límites de velocidad el consumo ha oscilado entre los 6,8 y 7,1 l/100 km con dos personas y su equipaje, una cifra algo alta que será más fácil rebajar con una velocidad mantenida por autopista o autovía. El motor de tres cilindros y 145 CV tiene par y potencia suficiente para ofrecer un rendimiento sobresaliente, aunque no han conseguido evitar del todo el típico sonido a motor de tres cilindros, pero sí las vibraciones. En cualquier caso será el de gasolina 1.2 Turbo de 110 CV el de mayor volumen de ventas, mientras que el de 130 CV, que emite un 21% menos de CO2 que su predecesor, nos ha gustado especialmente por su equilibrio y refinamiento. Opel también ha apostado por motores diésel 1.5 de tres cilindros construidos en aleación ligera, con fricción reducida, con eje de equilibrado y turbocompresor de geometría variable. Estos tricilíndricos ofrecen 105 y 122 CV, y entre 260 y 300 Nm de par máximo, con un consumo medio mínimo de 4,4 l/100 km en ciclo WLTP.
El chasis del Astra, que ya le permitía moverse con gran agilidad y nobleza, se ha afinado aún más. El nuevo tarado de sus amortiguadores aumenta el confort, y el chasis Sport opcional -unos 200 euros de coste- añade amortiguadores más firmes, una dirección más directa y una suspensión trasera con timonería de Watt que no es de serie ni siquiera en las versiones más potentes. El Astra probado en esta segunda toma de contacto también llevaba ese chasis Sport, y lo cierto es que nos reafirmamos en lo dicho en su día de que logra más aplomo y mejores trazadas sin perjudicar excesivamente la comodidad… en asfalto liso y uniforme. Y es que algunas de las carreteras que usamos esta vez no tenían un piso tan bien asfaltado y sí apreciamos más firmeza y sequedad, lo que termina pasando factura con el paso de los kilómetros.
Los precios parten de los 18.050 euros para el Astra compacto y desde los 18.950 para el Sports Tourer.
Aerodinámica. Clave para reducir consumos
En 1990 Opel daba la sorpresa con el Calibra, un coupé que anunciaba un coeficiente aerodinámico Cx de 0,26, el mejor dato entre los modelos de producción y que le mantendría como 'líder' durante 10 años. La tecnología ha avanzado mucho, pero aún así sorprende que el nuevo Opel Astra, incluso en versión Sports Tourer, iguale ese magnífico valor. Y es que los ingenieros de Opel han recurrido al túnel de viento de la Universidad de Stuttgart para optimizar el índice Cx del Astra. Y se han centrado en carenar los bajos del coche, las ruedas, los pasos de rueda y, además, diseñar una parrilla delantera activa.
