El año que viene entrarán en vigor unas medidas y unas regulaciones en materia de emisiones y contaminación en la Unión Europea que serán todavía más duras que las que tenemos en la actualidad. Esto, como cabría esperar, produce más de un quebradero de cabeza en muchas compañías de coches, que ven como vehículos actuales o que pensaban lanzar en los próximos años, deben ser revisados, reorientados o incluso cancelados debido a esto. Este es el caso de Ford con su esperado Focus RS.
La versión RS del Focus es la más gamberra, la más salvaje, la más llamativa y la más radical en todos los sentidos. Su aspecto de coche de rally, sus cifras asombrosas, su sonido 'macarra' y sus trucos como el botón de 'Drift' de la generación anterior, hacen de este un modelo que se ha ganado un público muy concreto y que quienes lo descubren se enamoran.
Todo apunta en la misma dirección…
Ahora, estas nuevas normativas parecen haber sido la gota que ha colmado el vaso y desde diversas fuentes se apunta a que Ford no sacará la versión RS de esta cuarta generación del Focus. Se había hablado hasta de una posibilidad híbrida que dotase al modelo de hasta 400 caballos, pero parece que ni esta solución salvará al RS. Además de las normativas, Ford ha estado haciendo distintos recortes en costes, sobre todo en su rama europea (encargada de este modelo) y parece ser que el desarrollo del Focus RS estaba siendo e iba a ser demasiado costoso. Con todo esto sobre la mesa, la esperanza de ver su versión radical sobre las carreteras europeas parece prácticamente imposible, aunque nunca se sabe.
Mientras se aclara el futuro o no de este modelo, los que deseen hacerse con un Focus a caballo entre el corriente y el RS, pueden optar por el Focus ST. Este se ofrece con dos motores; uno diésel de 190 caballos y el potente de gasolina que eleva los caballos hasta los 280. Ambas cuentan con tracción delantera y turbo.