El próximo mes de agosto hará dos años desde que la firma de Molsheim presentó en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach el impresionante Bugatti Chiron Divo, una exclusiva criatura cuyas primeras unidades salen ahora del artesanal Atelier donde serán fabricados.
Considerado como uno de los superdeportivos más impresionante y exclusivo de los tiempos modernos, la historia del Divo, cuyo nombre homenajea al piloto Albert Divo, comienza a principios de 2018, cuando algunos clientes propusieron a Bugatti lanzar un modelo más ambicioso y dinámico que el 'típico' Chiron.
Debía ser diferente a nivel estético
Bugatti no se negó, pero quería idear un modelo que fuera muy diferente en térmicos estéticos al ya conocido Chiron. A pesar de la complejidad del proyecto, el diseño exterior se completó en unos pocos meses. Y tras la reacción positiva de los máximos responsables, los ingenieros de la firma francesa comenzaron a ejecutar simulaciones para idear el prototipo original.
Esta criatura totalmente funcional fue llevado a diferentes campos de pruebas, donde no podía faltar el legendario trazado alemán de Nürburgring. Para poner a punto su chasis con el fin de ofrecer un mayor dinamismo, pero sin perder un ápice de su confort, Bugatti recorrió con este prototipo más de 5.000 kilómetros por medio mundo alcanzando velocidades de hasta 380 km/h.
Este impresionante Divo recurre de forma masiva a la fibra de carbono, de forma que respecto al Chiron consiguieron ahorrar 35 kilos de peso. Elementos como sus ligeras llantas, un sistema de sonido más liviano, el uso de menos aislamiento acústico, menos huecos para dejar objetos en su interior o una nueva cubierta para el motor de fibra de carbono obraron ese milagro de dieta.
Se van a fabricar solo 40 unidades
Decir que los nuevos componentes aerodinámicos de su carrocería, entre los que destaca el gran ala posterior consiguen generar una carga aerodinámica de 90 kilos extra respecto al Chiron, con el que comparte su corazón 8.0 W16 con 1.500 CV de potencia, suficientes para catapultarlo hasta los 380 km/h de velocidad punta.
Semejante obra maestra es realmente exclusiva y singular, y ten en cuenta que cada uno de sus 40 afortunados propietarios (se vendieron en cuestión de horas) podrán personalizarlo al milímetro. Faltaría más cuando te has comprado un deportivo que cuesta cinco millones de euros… Sin impuestos.