Lo primero que te llama la atención cuando lo miras es su pintura. Esta destaca por encima del resto y recibe el nombre de 'Clematis Metallic'. Aunque pintar un deportivo de color morado pueda parecer, en la mayoría de los casos, una locura, este color le sienta como anillo al dedo y hace que brille con luz propia.
Si el color no te resulta suficientemente especia, este modelo en concreto cuenta con tan pocos kilómetros que se sitúa entre los 911 Turbo de esta época con menor kilometraje a sus espaldas, 550 para ser exactos.
Conserva el motor de 3,3 litros
Cuando Porsche presentó la versión Turbo de la generación 964 del 911 en 1990, lo equipó con una versión mejorada del 3,3 litros de seis cilindros que venía del 930 Turbo. Los modelos de más adelante equiparon por el contrario un 3,6 litros turbo, pero este en concreto conserva el de 3,3 litros. En su versión de serie el motor producía 312 caballos, pero este cuenta con un paquete opcional llamado X33 que eleva la potencia hasta los 355 CV.
Entre otros elementos a destacar que incluye el coche encontramos techo solar, volante cubierto en cuero, cierre centralizado con mando a distancia o asientos delanteros con calefacción.
Pero todo esto, que hace de este modelo una auténtica joya, tiene un precio, y no precisamente barato. 330.000 euros es lo que se pide a todo aquel que quiera incorporar este precioso deportivo de los 90 a su garaje.