Las fábricas de Iveco en Madrid y Valladolid detuvieron su producción durante la pandemia del coronavirus, pero mantuvieron sus puertas abiertas fabricando máscaras protectoras y mascarillas que fueron donadas a los profesionales sanitarios. Ahora, reinician su actividad de forma progresiva aplicando un estricto protocolo de medidas de seguridad.
Una de las medidas adoptadas es la instalación en la entrada de las fábricas de cámaras termométricas capaces de leer la temperatura de más de 60 personas por minuto. En caso de que esta exceda los 37.5º, la persona será aislada y tratada por el servicio médico.
Además de bajar la velocidad de producción, se han adaptado las líneas de montaje para garantizar que los empleados puedan mantener la distancia de seguridad recomendada y se han modificado los horarios para evitar aglomeraciones entre turnos.
Mascarillas y desinfección
A lo anterior se añade el suministro de mascarillas quirúrgicas a los empleados, el incremento de la desinfección periódica de todas las zonas comunes, un tiempo específico al inicio del turno para desinfectar las herramientas, la ampliación del número de dispensadores de gel desinfectante en baños, vestuarios y otras áreas de la fábrica, y una nueva disposición de los asientos en las rutas del transporte colectivo con el fin de mantener la distancia de seguridad.
También se han colocado mamparas protectoras en la zona de recepción y atención al cliente, estableciendo un protocolo de carga y descarga con el fin de evitar al máximo el contacto, así como en las zonas de descanso de las fábricas.
Desde el comienzo de la crisis, Iveco creó un comité de Seguridad y Salud específico para la gestión de la emergencia sanitaria. Las medidas de protección se refuerzan con otras de carácter informativo, de formación y la creación de una página web de comunicación interna específica bajo el lema #movingforwardtogether #avanzandojuntos.
