Después del Marqués de Portago y de Fernando Alonso, el tercer piloto español que correrá con Ferrari, será Carlos Sainz. Lo hará a partir de la próxima temporada 2021 sustituyendo a Sebastian Vettel. El madrileño llega así a su cuarta escudería en los cinco años que lleva en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Sainz reemplaza a Sebastian Vettel, que tras cinco años con el equipo italiano no ha sido capaz de llevar a la Scuderia de nuevo a la senda del triunfo. Y ha visto además, como el equipo italiano ha basado todas sus posibilidades futuras en Charles Leclerc, con el que ahora Sainz hará tándem.
Del madrileño se ha valorado tanto su perfil profesional como su edad, proyección y evolución constante. El objetivo es formar un equipo de pilotos joven y competitivo como apuesta de futuro pero en el que los egos -como ya ocurrió con Vettel y Leclerc- les impida luchar por las victorias. Y ahí el perfil de Sainz ha sido muy apreciado.
2019, el año de su consolidación
También su evolución tanto en el pilotaje como en la puesta a punto de los coches con los que ha trabajado. Y por supuesto, sus resultados en la pista, donde el año pasado demostró todo su potencial al convertirse en el sexto piloto en la clasificación, luchando con escuderias con mucho más potencial que McLaren.
Esa evolución se ve en sus resultados. En el año de su debut con Toro Rosso en 2015, formando equipo con Max Verstappen, Sainz acabó en el puesto 15 de la clasificación de pilotos con 18 puntos. En 2016, también con Toro Rosso, subió al puesto 12 con 46 puntos en su casillero. 2017 acabó en el noveno puesto con 54 puntos corriendo con Renault, escudería con la que repetiría en 2018 acabando en el décimo lugar con 53 puntos. Y 2019, su primer año con McLaren Renault ha sido el de su explosión, acabando en el sexto puesto de la clasificación de pilotos con 96 puntos.
Un broche a la temporada pasada que además tuvo su primer podio, el tercer puesto logrado en el Gran Premio de Brasil.
Ahora el reto es repetir éxitos con Ferrari.
