Hace 50 años nacía un vehículo que enamoró a los jóvenes de la época, un elegante deportivo que fue bautizado como Opel Manta. Presentado en Timmendorfer Strand (costa alemana del mar Báltico) en septiembre de 1970, llegó en una época en la que los cupés con capacidad para cuatro personas estaban de moda. Para hacernos una idea de su éxito, el primer año completo de ventas, se vendieron 56.200 unidades solo en Alemania.
El Opel Manta empezó incorporando un motor 1.2 de 60 CV en 1972, seguido en noviembre de ese mismo año por el Manta Berlinetta. Su completo equipamiento incluía volante deportivo, luneta trasera térmica, faros halógenos, limpiaparabrisas eléctricos y techo de vinilo. Más tarde, en 1974, llegó el Manta GT/E, impulsado por un motor de 1.9 litros y 105 CV con inyección de combustible Bosch L Jetronic. El último modelo especial aterrizó en 1975, el «Black Magic» basado en el GT/E, que destacaba por su color negro con rayas naranjas en los costados.
Debut del Opel Manta B
En 1975, llegó la versión B del Manta. La firma germana tenía dos variantes en la gama: el cupé y el Combi-Cupé CC. Este modelo tiene el récord ser el coche que más tiempo ha permanecido sin cambios desde su llegada. De la línea de montaje salieron 557.940 unidades hasta 1988.
El Manta B, al igual que sus predecesores, compartió plataforma, suspensión y tren motriz con el Opel Ascona. Su gama de motores de cuatro cilindros incluía 14 versiones con motorizaciones entre 1.2 y 2.4 litros, mientras que su potencia oscilaba entre los 55 y 144 CV.
Más tarde llegaron nuevos modelos y motores, con abreviaturas como SR, Berlinetta, GT, GT/J y GT/E. En 1979, los motores OHC (árbol de levas en cabeza) reemplazaron algunos de los más antiguos por árboles de levas laterales.
El Manta B más radical fue el 400. Presentaba un motor de cuatro cilindros DOHC de 2.4 litros con tecnología de cuatro válvulas y 144 CV. En total, entre Manta A y B, se han vendido más de un millon de unidades en toda la historia.