Las fábricas de Nissan en Barcelona estarán operativas hasta diciembre de 2021. Así lo ha anunciado el fabricante después de llegar a un acuerdo con los representantes de los trabajadores «que permite obtener más tiempo para buscar proyectos alternativos de reindustrialización y, en el caso de que estos no pudiesen prosperar, ofrece condiciones de salida muy por encima de las máximas establecidas por la ley«, ha explicado Frank Torres, vicepresidente ejecutivo de Nissan para Rusia y responsable de la gestión el proceso de consultas.
Nissan, que había anunciado el cierre de las tres instalaciones que tiene en Barcelona (Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca), mantendrá la actividad industrial en estas factorías, donde trabajan más de 2.500 empleados, hasta finales del próximo año y se ha comprometido a reiniciar la producción a finales de agosto.
En las plantas de Nissan en Barcelona se monta la furgoneta 100% eléctrica e-NV200 y el pick-up Navara y también se han ensamblado las variantes de este pick-up para Mercedes y Renault, el Clase X y el Alaskan.
Búsqueda de alternativas
En el acuerdo firmado con los trabajadores después de largas negociaciones, la empresa se compromete también a buscar de forma conjunta las alternativas, legales o convencionales, necesarias para intentar evitar que se produzcan bajas traumáticas con anterioridad a la fecha prevista de finalización de la actividad productiva.
Además, se creará una comisión de trabajo para la reindustrialización en la que participarán la dirección de Nissan, representantes de los trabajadores y de las administraciones y que se encargará de «analizar, evaluar y codecidir en su caso, y realizar el seguimiento sobre un potencial Plan de reindustrialización de la actividad de producción». También, la empresa se compromete a incluir en el contrato con el posible inversor la garantía de contratación prioritaria de los trabajadores afectados por el procedimiento de despido colectivo, con una especial atención a aquellos que tengan alguna minusvalía, así como a los nacidos en los años 1970 y 1971.
Prejubilaciones e indemnizaciones
Se calcula que el acuerdo le costará a la empresa unos 400 millones de euros. Este incluye un plan de prejubilaciones para los empleados nacidos antes de 1966 con el abono de un complemento de hasta el 90% del salario neto a la fecha de la extinción hasta los 62 años y el abono del Convenio Especial con la Seguridad Social (CESS) hasta los 63 años y la compensación del salario neto hasta los 61 años en diferentes porcentanjes para los nacidos entre 1967 y 1969.
El resto recibirán una indemnización de 60 días de salario por año trabajado (sin tope de mensualidades). Además, los trabajadores que pudieran recolocarse en alguna de las posibles alternativas industriales recibirán una indemnización máxima de 50 días por año trabajado (sin tope de mensualidades) y una cantidad de 750 euros por año trabajado. Además, se procederá a la contratación de un servicio de recolocación a través de una empresa especializada por un periodo de 12 meses.