Uno de los vehículos más esperados deesde el comienzo del año era el nuevo Ford Kuga, un modelo que al tradicional agrado de uso y buen tacto general, y a su magnífica dinámica, añade ahora una plataforma más avanzada que le permite introducir variantes electrificadas y un equipamiento más sofisticado.
Varias son las opciones disponibles, pero si hacemos muchos kilómetros, la rotundidad y racionalidad de sus propulsores diésel nos parece sobresaliente. Dos son las variantes que ofrece. Comienza con un bloque 1.5 EcoBlue de 120 CV que combina un notable rendimiento con un consumo medio homologado de 5,1 litros. Se puede combinar con una caja manual de seis relaciones o con la automática de ocho con convertidor de par.
Un escalón por encima se sitúa el 2.0 EcoBlue con hibridación mHEV, mientras que en la cumbre de la oferta diésel propiamente dicha aparece el 2.0 EcoBlue de 190 CV, que además de brindar mayor rendimiento ofrece un atractivo extra, como es disfrutar de un sistema de tracción total. En este caso, la transmisión sólo es automática de ocho velocidades.
Y tanto en la opción de 120 CV como en la de 190, llama la atención su gran respuesta a la hora de recuperar desde bajo régimen y su baja sonoridad en marcha.
Mayores dimensiones
El Kuga es ahora más grande en las tres dimensiones –casi 9 centímetros más largo-, aspecto que dota al conjunto de una pisada más estable, pero sin restar la agilidad de la que siempre ha hecho gala. También repercute en una mayor amplitud. El interior está totalmente digitalizado, con un cuadro de mandos que varía su presentación en función de los cinco modos de conducción, mientras que las plazas trasaseras son de las más espaciosas del segmento. La banqueta trasera se puede desplazar hasta 15 centímetros longitudinalmente, lo que permite jugar con la capacidad del maletero, que con cinco plazas en uso oscila entre 475 y 645 litros.
Extensa, asimismo, es la dotación de ayudas de conducción, como un nuevo sistema de mantenimiento de carril con control de ángulos muertos, un asistente precolisión con frenada activa mejorada, el control de crucero adaptativo con función de atascos o una información de alertas locales que avisa de inminentes peligros y se registra mediante el avanzado sistema multimedia FordPass Connect. Esta tecnología presenta un módem integrado con WiFi para 10 dispositivos diferentes en el interior. Además, el asistente SYNC 3 permite conectar nuestro smartphone y controlar funciones de audio, navegación o climatización.
El Kuga con mecánicas diésel se ofrece con los acabados Titanium, ST-Line y ST-Line X, los dos últimos de perfil más deportivo y con una altura al suelo ligeramente rebajada.
2.0 ecoblue mhev, electrodiésel
El nuevo Ford Kuga también abre una vía diésel asociada a la electrificación que le permite conquistar la etiqueta medioambiental 'ECO' de la DGT. Se trata de la variante 2.0 EcoBlue mHEV, que rinde 150 CV y cuenta con el apoyo eléctrico de un pequeño generador que ofrece 16 CV y se alimenta con la energía que le proporciona una batería de iones de litio de 48V. El cambio es manual de seis relaciones y la tracción, delantera. El vehículo nunca circulará de manera exclusivamente eléctrica, pero el sistema mild hybrid -hibridación suave- contribuye a rebajar el consumo medio hasta los 5,0 litros cada 100 kilómeros. Está disponible desde 32.100 euros, y por 27.844 con descuentos.
