El nuevo Nissan Juke ofrece once colores de carrocería en combinación con tres tonos de techo, lo que supone un total de 15 combinaciones de colores bitono. Desarrollar esta paleta ha sido un proceso que ha tardado más de un año y en el mismo se emplean técnicas que combinan el trabajo artesanal con la última tecnología. Pero la marca ya ofrecía estas combinaciones en sus modelos hace 80 años.
El primer modelo de Nissan que lució una carrocería bitono fue el Nissan Van de 1939, un comercial que pertenecía a los grandes almacenes Mitsukoshi de Japón. También era bitono la carrocería del primer coche deportivo Nissan de la historia: el Datsun Fairlady (1961), que sirvió como base para uno de los modelos más importantes para la marca: el Nissan Skyline GT-R.
El apogeo de los coches bitono de la marca llegó en la década de 1980 con modelos como el Fairlady Z ZG (1985), el Silvia Coupé Twin-cam Turbo RS-X (1986) o el Y60 Safari (1987).
En blanco y negro
En la actualidad, un 30% de los compradores del Nissan Juke eligen una combinación bitono para su carrocería: la más popular es la Pearl White con techo negro. En nuestro país, «los estudios con clientes demuestran que el diseño y la personalización siempre han sido los motivos de compra más importantes para los conductores del Nissan Juke. Con el lanzamiento del nuevo modelo, hemos escuchado a nuestros clientes incorporando en el 100% de los grados Tekna y N-Design las combinaciones de color bitono«, explica Javier Moraleda, responsable de Producto del modelo en Nissan Iberia.
Hoy en día los tratamientos de pintura han avanzado mucho y en nada se parecen a los que ofrecían aquellos primeros coches bitono de la marca. La carrocería de cada Juke bitono recibe una serie completa de tratamientos, que van desde la imprimación por electrorrevestimiento y el cuidadoso procedimiento de inmersión hasta la aplicación de sellador y pintura para los bajos.
La línea de producción del Juke es una fusión entre robots y humanos y en los cuatro talleres de pintura de última generación de Nissan Sunderland, los operarios aplican varias capas de pintura al modelo con el objetivo de que este salga de fábrica con un aspecto brillante y llamativo.