«¡92 victorias! Quién lo hubiera pensado cuando nos embarcamos en este proyecto en 2013. Es casi surrealista. Por primera vez este año hemos visto cómo remonta su fin de semana…». Toto Wolff resumía al terminar el Gran Premio de Portugal los dos hitos para su equipo de la cita portuguesa. Antes de subir al podio, Lewis Hamilton se había fundido en un largo e interminable abrazo con su padre, Anthony. El británico ya lidera en solitario con el mayor número de victorias en la historia de la Fórmula 1. El padre cogió su Ipad, y se dedicó a grabar la escena del podio y todo el ambiente que le rodeaba. Un momento único que no volverá a repetirse.
El GP de Portugal se anticipaba como una de las carreras más abiertas e inciertas de la presente temporada. Trazado nuevo para equipos y pilotos con los monoplazas actuales, exigente de configuración, con un reasfaltado que convertía su superficie en cáscara de plátano, sin información para la carrera por los incidentes y los entrenamientos para Pirelli…Para colmo, con la lluvia como amenaza constante. Los neumáticos blandos no duraban mucho, y los duros no eran rápidos y obligarían a dos paradas… Los Mercedes salían con medios a la carrera, como Ferrari, y otros con blandos, como McLaren o Red Bull. Pero de todo este cóctel de incertidumbres salió el mismo resultado: siempre gana Mercedes, y doblando a toda la parrilla menos al piloto holandés. Aunque para Lewis Hamilton no fuera otra victoria más.
Cien por cien de poles para Mercedes
El equipo alemán ha logrado todas las poles de la presente temporada, y Hamilton, el 37 por ciento de sus 262 participaciones en la Fórmula 1. Pero también es un gran especialista en ganar en cada circuito nuevo que visita la Fórmula 1. Como Austin 2012, Sochi en 2014, Paul Ricard en 2018, Mugello esta temporada y ahora también en Portimao. Sin embargo, como recordaba Toto Wolff al final de la prueba, el británico tuvo que superarse a sí mismo para batir a Valtteri Bottas. Al menos, viernes y sábado.
El finlandés dominaba a su compañero durante todas las sesiones, hasta el último intento del Q3, cuando conseguía la pole con una estrategia diferente para explotar los neumáticos. Con menos temperatura ambiental de la esperada, neumáticos medios y gotas de lluvia en el asfalto, el británico perdía la primera posición frente a Bottas en la primera vuelta. En veinte giros ambos dejaban tirados a sus rivales, hasta que el británico esperó el momento oportuno para superar a final de recta al finlandés y ya no hubo color. En la meta Hamilton sacó 25 segundos a su compañero. El mayor problema para el británico fue…un calambre en la recta final.
El aplastante dominio de Mercedes ya hace temer incluso por el título de 2021, dado el enorme diferencial de rendimiento respecto a sus rivales. El viernes, Red Bull parecía plantar cara a los monoplazas alemanes. O Verstappen para ser más exactos, entre los rumores de una posible sustitución de Alex Albon, que ganaron más fuerza al terminar la prueba portugesa. Pero la estrategia de neumáticos de Red Bull dejó fuera de combate al holandés, de nuevo comparsa en la distancia para subir al podio.
Extraordinario Leclerc
Mercedes al margen, tres pilotos destacaron por encima del resto. Primero, un extraordinario Charles Leclerc, que sigue exprimiendo el SF1000 hasta extremos inesperados. Ferrari introducía un nuevo difusor trasero como parte de su proceso de evolución para superar el 'sartenazo' aerodinámico y de potencia que se ha llevado en 2020, pensando ya en la próxima temporada, y el monoplaza italiano confirmó una sensible progresión. Pero no para Vettel, que nuevamente quedaba fuera del Q3, mientras el monegasco lograba un extraordinario cuarto puesto de parrilla y de carrera. Tal es la disparidad de rendimiento entre sus dos pilotos, que hay quienes dudan de la igualdad de material entre ambos, o de una línea de desarrollo que favorece Leclerc sobre el estilo de comportamiento necesario para Vettel. Todo ello fue vehemente desmentido por Mattia Binotto. «Los dos coches son idénticos, sin duda, espero que Sebastian pueda clasificar mejor en Imola, y demostrar màs de lo que es capaz durante la carrera. Charles es ciertamente muy bueno, pero quizás esperas más del segundo piloto…».
Pierre Gasly sacó también petróleo con su quinta posición final, repitiendo el mismo esquema pero a la inversa con Alex Albon el pasado año. Mientras este sufre con las características del Red Bull, el francés aprovecha en 2020 un monoplaza y menos nervioso que el austríaco Su primer relevo en carrera fue magnífico con el neumático blando, y su adelantamiento a Carlos Sainz vital para ser quien pudiera atacar a Checo Pérez en los momentos finales de la carrera cuando el mexicano se desfondaba. Pero de los ecos que llegan desde Red Bull este fin de semana en Portimao, no parece que vaya a ser recuperado por el primer equipo.
Sainz, líder jugando los con los Mercedes
El tercer piloto a destacar fue Carlos Sainz. Séptimo en la parrilla, olió su oportunidad ante las gotas de agua que caían antes de la arrancada. En su vuelta de calentamiento se lanzó avispadamente a generar más temperatura de neumático que sus rivales con gomas blandas. Aplicando su agresividad habitual en las salidas, se lanzó a por todos los rivales que le precedían en la primera vuelta Verstappen, a igualdad de goma y monoplaza más rápido, cayó pronto. Como Sainz reconocería más tarde, se limitó a jugar con los Mercedes cuando alcanzó a ambos, que sufrían con sus neumáticos medios en los primeros giros. «Pasarles fue bastante fácil, no fue una pelea realmente dura, les pasé igual de fácil igual que ellos nos pasan a nosotros la mayoría del tiempo». En la segunda vuelta era ya líder. Hasta la sexta, Sainz saboreó por primera vez encabezar un gran premio de Fórmula 1.
Sin embargo, partir de entonces empezó a sufrir con el 'graining' con sus dos juegos de neumáticos. Adelantar a Gasly le hubiera supuesto la quinta posición final, pero tuvo que levantar el pie al ser doblado por Bottas y perdió contacto con el francés. El viento se volvió de nuevo contra el MCL35, y no pudo superar al Alpha Tauri. El sexto puesto dejó con sabor agridulce al español. Un buen resultado dado el rendimiento del neumático, aunque por debajo de sus expectativas tras las primeras vueltas. Mejoraba su posición de salida y dejaba por detrás a los dos Racing Point y Renault, pero con otras temperaturas ambientales, «hubiera sido posible un cuarto o quinto puesto». Seis puntos separan ahora a Racing Point, McLaren y Renault en la lucha por el tercer puesto del campeonato. Pero Carlos Sainz ya sabe qué significa liderar un gran premio, y en mérito.