En poco tiempo, si compras un coche de Seat, puede que el portón trasero de tu nuevo vehículo, el piso de carga del maletero o el revestimiento del techo estén fabricados con cáscaras de arroz. Seat está investigando para dar un nuevo uso a este producto y hacer sus autómoviles más sostenibles y ligeros y ya realiza pruebas en revestimientos del León, su modelo más vendido.
La marca busca reducir plásticos y derivados del petróleo en sus vehículos utilizando materiales como el oryzite, que se obtiene de las cáscaras de arroz mezcladas con poliuretanos y polipropilenos. A simple vista, los elementos fabricados con este producto no se diferencian en nada de los convencionales, pero pesan mucho menos. «Las piezas son más ligeras, con lo que disminuimos el peso del coche, reduciendo así la huella de carbono», explica Joan Colet, ingeniero de desarrollo de acabados de interiores en Seat.
Ku-fizz: espuma para aligerar el coche
Además, el uso de cáscaras de arroz para producir algunas piezas del automóvil promueve la economía circular, ya que esas cáscaras se quemaban porque resultaban inútiles y ahora se ha encontrado una nueva vida para ellas. Solo en la Cámara arrocera de Monsià, cada año se producen 60.000 toneladas de arroz, que a su vez generan 12.000 toneladas de cáscaras, que son desechadas.
El oryzite es uno de los materiales que Seat ha presentado en el Seat Innovation Day, una iniciativa que reúne a los empleados de la marca para compartir ideas y fomentar el espíritu innovador. En este foro también se han dado a conocer las investigaciones que realiza la marca con una tecnología denominada ku-fizz, un relleno de espuma que permite reducir el peso de las piezas de plástico en el automóvil.
Esta técnica consiste en inyectar gas entre las capas de algunas de las piezas del vehículo, que posteriormente se convierte en espuma. De esta forma, también se reducen la huella de carbono, los tiempos de producción y los costes.
