El RACE ha realizado un crash test en el que ha sometido a un vehículo a un choque contra un bloque de cemento a 45 km/h. El coche iba cargado y en total (entre su peso, el de los dos maniquíes y la carga) pesaba un total de 1.570 kilogramos. Se hicieron dos pruebas, una con la carga bien colocada y otra con la carga mal sujeta y la conclusión es clara: en el accidente con la carga mal puesta, los maniquíes sufrieron daños graves en zonas como el cráneo, lo que provocaría lesiones mortales.
Además de esta prueba, el RACE ha realizado una encuesta en la que ha preguntado a más de 1.300 conductores cómo colocan la carga en el vehículo. Cuatro de cada 10 han confesado haber viajado con paquetes u otros elementos en el interior del habitáculo.
200 euros de multa
Si se extrapola ese dato al total de conductores, supondría que más de nueve millones y medio reconoce haber viajado en coche con la carga mal colocada en algún momento. Entre ellos, un 37% lo han hecho además con acompañantes en el vehículo.
Según las respuestas, el comportamiento más habitual al introducir la carga en el interior del habitáculo es abatir los asientos traseros (77%), muy por delante del uso de pulpos y redes portaequipajes (53%). Además, un 11% de los que viajan con la carga dentro del vehículo afirman hacerlo sin ningún tipo de sujeción y un 7% del total invade el espacio de los asientos delanteros.
El Reglamento General de Circulación dice que la carga debe estar dispuesta y, si fuera necesario, sujeta de tal forma que no pueda arrastrar, caer total o parcialmente o desplazarse de manera peligrosa, comprometer la estabilidad del vehículo, producir ruido, polvo u otras molestias que puedan ser evitadas, ocultar los dispositivos de alumbrado o de señalización luminosa, las placas o distintivos obligatorios y las advertencias manuales de sus conductores. Conducir vehículos con la carga mal acondicionada puede acarrear una multa de 200 €.