Para los propietarios de vehículos eléctricos (VE) las operaciones de recarga de las baterías de su coche suponen una cruz. Primero, necesitan encontrar puntos de carga disponibles y con las tecnologías adecuadas para su coche. Y,luego, se ven obligadosa tener que perder mucho tiempo bien esperando a disponer de un punto de conexión,bien perdiendo un tiempo precioso mientras su vehículo termine de cargar.
Inteligencia artificial, tecnología 5G, alta potencia,…
La tecnología disponible actualmente y las que muy pronto habrá gracias al tratamiento de los datos mediante Inteligencia Artificialy a la mayor velocidad de los procesos que permite la tecnología 5G de telecomunicaciones van apermitir que la recarga de vehículos eléctricos se puedarealizar mediante sistemas de alta potencia de carga en estaciones inteligentes que apenas precisan de intervención humana y que dejan el tratamiento de las operaciones de recarga en manos de las máquinas.
Tanto en el interior de las ciudades como en carreteras abiertas interurbanas, el futuro de las estaciones de servicios de recarga para vehículos eléctricos cada vez parece estar más claro. El proceso a seguir en un futuro lo podríamos resumir así. Mientras efectúa su desplazamiento, a través de una aplicación de acceso universal, los usuarios de vehículos eléctricos pueden localizar y seleccionar el punto de carga más cercano a su posición y reservar de manera automática un enganche disponible en el mismo para recargar su coche.Una reserva que estará disponible a su llegada, pues el sistema se encarga de calcular la distancia a la que el vehículo se encuentra y el tiempo que va a tardar en llegar este a la «electrolinera«.
Distintos tipos de carga: ultrarrápida, rápida, normal y lenta
Al llegar a esta, el vehículo ya sabe el punto exacto de enganche que le corresponde. Incluso el conductor ha tenido tiempo de anunciar de cuánto tiempo dispone para efectuar la recarga y cuánto tiempo puede permanecer su coche enchufado en la estación. Esto le permitirá optar por distintos tipos de carga (ultrarrápida, rápida, normal o lenta ) cuyos costes de energía y servicio se establecerán en función del tiempo en el que se efectúa la recarga. (respectivamente 15-20 minutos, 1 hora, más de 2,5 horas y hasta 6-7 horas de conexión) tiempo durante el cual el conductor podrá desde efectuar un pequeño descanso y tomarse un café en el centro de servicios de la electrolinera hasta salir ahacer gestiones en los alrededores de la misma.
En función del tipo de servicio elegido, los usuarios aparcarán su vehículo en distintas zonas del punto de carga. Aquí, el tipo de enganche varíará en función de la tecnológía que haya adoptado el propietario de la misma. Así, hay electrolineras en donde simplemente el usuario se baja del coche, conecta su vehículo a la red y se marcha, encargándose la tecnología de recargar el vehículo en función del servicio elegido previamente por el cliente. Este es, por ejemplo,el sistema que ofrecerá el sistema PRIMO, la plataforma de recarga inteligente para la Movilidad Inteligente,que recientemente se ha presentado en Madrid. Un sistema que puede ser planteado tanto para atender pequeños puntos de carga para tan sólo 8 o 10 coches, como para puntos de carga de mayor tamaño, 200 o más unidades, dado que el sistema es perfectamente escalable y permite ofrecer la recarga simultánea de todos los vehículos presentes en la estación.
Robots «electrolineros», el sistema del Grupo Volkswagen
Otro sistema es por ejemplo el que propone el Grupo Volkswagen, en el que son los puntos de carga los que se acercan de manera autónoma a cada vehículo para proceder a su recarga. Se trata de un sistema que no precisa de ningún tipo de intervención humana para trabajar. Cada robot de carga se comunica con el vehículo aparcado y realiza por si mismo el proceso de enganche y de recarga en función del tipo de carga solicitado por el usuario al realizar su reserva. El robot se acerca al coche, abre la tapa del cargador, se conecta y recarga el coche en la cuantia y tiempo contratados. Finalizada la recarga,el robot se desconecta, cierra la tapa y se retira a la estación del sistema para recargar de energía su propia batería para efectuar la siguiente recarga.
En ambos casos, cuando el cliente abandona la electrolinera se le cobrarán de manera automática todos los servicios que haya consumido, tanto la recarga de energía en las baterías, como posibles servicios de lavado del coche, reparación o incluso las compras efectuadas dentro de la tienda o establecimientos existentes en la electrolinera».