Las características de cada pista irán dando la medida de las hechuras de cada monoplaza según el trazado, asfalto, y condiciones ambientales. Es parte de los alicientes de este arranque de temporada. Pero la cita lusa dejó la duda de si el gran dominio del W12 se amparaba únicamente en su feliz matrimonio con la pista de Portimao, o a que el equipo alemán ya tiene respuestas al impacto del nuevo reglamento aerodinámico que le lastraban desde la pretemporada. Afortunadamente, solo era la tercera carrera en 2021
El asfalto deslizante y la naturaleza ondulada y veloz del circuito luso sentaban de maravilla al W12. Solo con la parada en boxes y los problemas de Bottas pudo Max Verstappen superar al piloto finlandés para terminar segundo. El holandés sobrevivió a base de intentar engancharse a los Mercedes, aunque sin su velocidad punta, porque ni siquiera con el DRS podía adelantarles en la recta. Cuando Verstappen cayó fácilmente ante Hamilton en los compases iniciales de la prueba ya no tuvo respuesta posterior. Los monoplazas alemanes se deslizaban vigorosos y ágiles por el trazado portugués en una clara exhibición de dominio, solo atenuada por los problemas y las carencias de Bottas y el extraordinario talento del piloto holandés. A diferencia de Shakir o Imola, en esta ocasión, Red Bull no llegó nunca al nivel de Mercedes en Portimao.
El singular y completo trazado de Montmeló dará mejores pistas para comprender el nivel de cada monoplaza que a priori podría favorecer a Red Bull atendiendo a las dos primeras pruebas de la temporada. De lo contrario, crecerán los motivos para la preocupación ante la constatación, una vez más, de la resiliencia y capacidad de respuesta de Mercedes para recuperarse de arranques titubeantes, como ya fue el caso en pasadas temporadas frente a Ferrari. De momento, las palabras de Hamilton al final de la prueba ofrecían alguna pista. «Del primer entrenamiento hasta aquí, hemos comprendido mucho mejor la máquina y su ventana de rendimiento: es más fácil lograr saber a dónde llevarla». Por ello, Red Bull y Max Verstappen deben y necesitan empatar el partido en el GP de España.
McLaren se asienta entre los grandes
La cita portuguesa confirmó el extraordinario estado de forma de McLaren y Lando Norris, entre los cinco primeros en las tres carreras iniciales. El equipo británico se asienta en la tercera posición que Ferrari pretende disputarle esta temporada, pero el italiano fue sorprendido a pesar de las primeras sensaciones del viernes, cuando McLaren comenzó con el pie cambiado. Precisamente, la dinámica inversa que vivió Carlos Sainz.
Por primera vez desde que llegó al equipo italiano, Sainz consiguió batir a Charles Leclerc el sábado. Mientras que los pilotos que han cambiado de equipo en 2021 están sucumbiendo ante sus más veteranos, el español superó en los entrenamientos a Leclerc en la tercera carrera. Sainz explicaba el extraordinario trabajo entre bastidores necesario para ello, adaptando su estilo de pilotaje a las diferentes exigencias del circuito y del viento que tradicionalmente le azota. Los responsables de Ferrari alababan su enfoque y determinación para comprender su nueva montura tras los problemas de Imola. El estilo más agresivo de Leclerc no sacaba tanto partido al SF21. Paradójicamente, la mejor clasificación del Sainz el sábado devino en su peor carrera el domingo.
No pasar al Q3 con los medios como Leclerc determinó su estrategia el domingo. Perder dos posiciones tras la retirada del coche de seguridad cuando era cuarto condicionó el resto de su carrera. Porque era precisamente Lando Norris quien le adelantaba -Pérez jugaba en otra liga- y, con ello, frustró su estrategia. Ni siquiera pudo entrar en los puntos al deshacerse sus neumáticos en una lenta agonía. Sainz reconocía su frustración posterior porque consideraba que se había escapado un potencial quinto puesto a su alcance. Los piropos del sábado se convirtieron en crítica velada el domingo por parte de Mattia Binotto: «Más que un fallo de estrategia, fue la ambición exagerada de querer pasar a Norris en esa fase de la carrera. Podríamos haber sido más pacientes. La carrera era muy larga, habríamos podido esperar indicaciones posteriores».
Alonso confirmó que ya ha vuelto
Con Fernando Alonso se invirtieron los términos de sábado a domingo. La decimotercera posición de parrilla desconcertaba al asturiano tras el magnífico rendimiento en todas las sesiones de libres, mientras que Ocon terminaba en sexta posición. Alonso sigue recorriendo un camino de exploración y comprensión del A521 tras dos años de ausencia de la Fórmula 1, y todavía debe progresar en el refinamiento técnico último para exprimir el potencial a una vuelta de un monoplaza que, además, el equipo sigue intentando mejorar tras sus problemas en el túnel de viento durante la pretemporada.
Pero mientras Sainz vivía su particular cruz en la carrera, Alonso vivió la otra cara al materializar las prometedoras perspectivas del viernes. De no haber arrancando tan lejos de la cabeza, quizás tampoco se hubiera visto involucrado en el frenesí de la primera vuelta en mitad del pelotón que le hizo perder cuatro posiciones. Pero su remontada final hasta la octava posición y a la espalda de su compañero Esteban Ocon confirmó que tan solo será cuestión de tiempo y mayor experiencia técnica para que Fernando Alonso coloque su monoplaza allá donde el A521 lo permita. Que en Portimao en nada se asemejó a las dos primeras carreras de 2021. «El fin de semana fue el mejor en general en sensaciones, de ritmo, el coche estaba bien y competitivo frente a casi todos los rivales, incluso con un Ferrari y un McLaren, una lucha que Imola parecía impensable en Imola», explicaba Fernando Alonso. «Habrá que ver si es por las características del circuito, o es una tendencia, para que podamos recuperar esa sensación que tenía Renault el pasado año de estar en la pelea». Pero eso sí, insatisfecho. «Teníamos un coche haber conseguido un mejor resultado que el octavo», indicaba a su equipo por la radio al caer la bandera a cuadros. El GP de España será otra oportunidad para constatar que Portimao no fue un espejismo para Alpine.